La vista de status del caso del excorredor de seguros Pablo Casellas Toro pautada para el jueves, se pospuso para febrero próximo a petición de la fiscalía y la defensa. De esta forma, se le otorgaría tiempo a los foros apelativos para que emitan una decisión final y firme sobre si procederá el nuevo juicio.

Mientras la defensa de Casellas Toro, convicto por el asesinato de su esposa Carmen Paredes, está convencida de que su representado enfrentará un nuevo juicio, la Fiscalía asegura que el Tribunal de Apelaciones corregirá su error y el nuevo proceso no acontencerá.

En expresiones a la prensa fuera de la sala 704 del Centro Judicial de Bayamón, el abogado de defensa Harry Padilla aseguró que existen tres fundamentos que benefician a Casellas Toro con la posibilidad de un nuevo juicio.

En primer lugar, la falta de unanimidad del jurado en su caso, que en su convicción de culpabilidad de 11 a 1 lograron la mayoría requerida por la Constitución del Estado Libre Asociado, pero no el requisito de unanimidad que exige la jurisdicción federal.

Fue precisamente este argumento lo que llevó al Tribunal Apelativo puertorriqueño a conceder derecho a nuevo juicio, lo cual recibió la opisición inmediata del Departamento de Justicia, que consideró la decisión inconstitucional.

Ya se sometió una moción de reconsideración que, según la fiscal Phoebe Isales, permitirá al Apelativo enmendar su error, y de no ser así, apelarían la decisión ante el Tribunal Supremo de Puerto Rico. Contrario a las expresiones de la defensa, Isales aseguró que no son medidas para dilatar el proceso, sino para brindar la oportunidad de corregir.

En segundo lugar, Padilla trajo nuevamente la regla 192.1 como un argumento a favor del nuevo juicio, tal como hiciera en mayo pasado, aludiendo a una supuesta parcialidad de un miembro del jurado que alegadamente había utilizado prueba externa en detrimento de Casellas Toro.

En aquel momento, Isales argumentó que no existía prueba de que hubiese prejuicio o parcialidad, y que no aplicaba la regla 192.1 debido a que el testimonio no habría sido clave para un veredicto distinto.

En tercer lugar, Padilla indicó que el exceso de publicidad que aconteció durante todo el proceso judicial impide que se juzgue de forma justa a Casellas Toro, amparándose en cierta medida en el veredicto del Apelativo federal de ofrecer nuevo juicio a Casellas Toro ante el el exceso de publicidad que matizó su juicio en dicha jurisdicción.

'Tú crees que en Puerto Rico hay un jurado justo e imparcial para Pablo?', cuestionó Padilla. Ante cuestionamientos sobre qué jurisdicción, bajo su criterio, podría juzgar así a Casellas Toro, Padilla se limitó a resaltar que esa 'es una buena pregunta'.

Las fiscales Isales y Janet Parra, ambas decidieron negarse a responder posibilidades de juridisdicciones para nuevo juicio, porque, aseguraron, 'no habrá nuevo juicio'. A su vez, se manifestaron en contra de utilizar el exceso de publicidad como un requisito para nuevo juicio, debido a que el foro federal se refería a la publicidad del caso una vez ya había acontencido en el foro estatal.

Pablo Casellas Toro entró a la sala. Vestía el uniforme azul, las cadenas alrededor de sus muñecas y de sus tobillos. Se sentó durante unos minutos a la mesa del acusado de la sala 704 del Tribunal de Primera Instancia de Bayamón, mientras la Defensa y la Fiscalía se dirigían a la jueza Vivian Durieux.

Al despedirse de su abogado, Casellas Toro sonrió. Sonrieron ambos.El 22 de febrero continuará el proceso. Padilla se manifestó una vez más completamente convencido de que Casellas Toro es inocente. Iseles, todo lo contrario. 'No se ha cuestionado la culpabilidad de Pablo Casellas, sino la unanimidad del jurado', recalcó la fiscal.