La senadora del Partido Nuevo Progresista (PNP), Nayda Venegas Brown, se mostró indignada hoy, lunes, ante el veto anunciado por el gobernador, Ricardo Roseelló Nevares, al Proyecto del Senado 950 que pretendía regular el aborto.

En una carta abierta de tres páginas, la Legisladora aludió a las clínicas de aborto como 'el negocio de la muerte' y volvió a describir la pieza legislativa de su autoría, como una de justicia a las mujeres.

'Tanto en las ponencias como en las vistas públicas, quedó evidenciado que la práctica del aborto en Puerto Rico tiene un solo fin: el de hacer dinero. No nos dejemos confundir, esto no tiene nada que ver con avanzar los derechos de la mujer. Si ese fuera el caso, estas clínicas pasarían por rigurosas regulaciones para operar y brindarían a las mujeres información necesaria para tomar la decisión de someterse al procedimiento, consentidamente y advertida de las consecuencias. Sin embargo, este no es el caso', expuso Venegas Brown en su misiva luego de que precisamente, Rosselló Nevares aludiera a que reconocerá los derechos de la mujer y no los mermará mediante esta medida.

En la carta, la Senadora aludió a que el hecho de que la pieza legislativa contemple que se le debe realizar un sonograma a la mujer que decida realizarse un aborto hace parte únicamente, de un proceso de orientación al respecto. En esa línea, sostuvo que el fin de las clínicas que practican abortos a la medida es uno económico.

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'Si una mujer puede ver lo que hay en su vientre y puede informadamente saber de que tamaño es el feto y escucha sus latidos, las posibilidades de que aborte se reducen sustancialmente. Y claro, la clínica perdió su cliente. Todo se trata de dinero', insistió.

Venegas Brown habló tambien sobre el procedimiento con menores de edad que contempla la medida y que ha sido fuertemente criticado por varias organizaciones.

actualmente, una menor puede ir a una clínica a realizarse un aborto, completamente sola y la clínica no tiene ningún tipo de obligación de notificar a un adulto en quien la niña confíe. Pero, lo más importante aún, la clínica ni las personas que allí intervienen con esta niña, no tienen obligación alguna de notificar a las autoridades de la violación que ha sufrido esta menor. Sí, una violación. Que no se nos olvide, que cuando una menor queda embarazada, alguien ha cometido el delito de violación, haya esta consentido o no al acto sexual', terminó diciendo al respecto.

A continuación la carta enviada por la Senadora: