Con un hemiciclo cameral casi lleno en su totalidad, donde destacó la presencia de un gran número de alcaldes de ambos partidos así como la mayoría de los funcionarios de su administración, el gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, envió un último mensaje de situación del Estado del país lleno de emotividad pero un tanto desligado de la realidad, según comentaron algunos de sus detractores.

'Decepcionante. Una vez más, García Padilla se dedicó a repartir culpas en lugar de asumir responsabilidad por las decisiones que ha tomado por los pasados tres años. Pronto terminará su cuatrienio y sigue haciendo lo que dijo que no haría: dar excusas y achacarle a todo el mundo menos él la culpa por la crisis económica y fiscal en la que nos han metido', aseguró en conferencia de prensa improvisada en el Salón de los Gobernadores, el comisionado residente y precandidato a la gobernación por el Partido Nuevo Progresista (PNP), Pedro Pierluisi.

Con términos románticos como 'la seducción de la cobardía' y 'el miedo a la verdad', el primer Ejecutivo arrancó vítores y aplausos de la audiencia al abordar el tema de los matrimonios entre personas del mismo sexo y la despenalización de la marihuana, temas sobre los derechos civiles que indicó lo llenaban de orgullo.

El Gobernador atacó fuertemente a pasados mandatarios quienes, según dijo, fueron los responsables desde 2004 de la 'deuda impagable' que tiene la Isla mientras era observado por una seria Sila María Calderón –quien dejó la gobernación precisamente en 2004- y un inerte Rafael Hernández Colón.

'…Y se los dice alguien que ha recibido más piedras de su partido que de los contrarios', aseguró arrancando los aplausos del público.

'Yo hubiera esperado un tono más constructivo y conciliador, especialmente ahora que estamos en un punto tan crítico en Washington, donde se están articulando soluciones para ayudar a Puerto Rico a salir de esta crisis. El Gobernador debería desistir de esa actitud jaquetona de confrontación. El momento requiere la madurez y la experiencia para trabajar junto al Congreso como adultos en las soluciones que Puerto Rico necesita', tronó Pierluisi contra García Padilla.

Para el Comisionado Residente también fue decepcionante que el Gobernador no atendiera el reclamo para detener o posponer la implementación del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) y el aumento al impuesto a transacciones entre negocios.

Por su parte, la candidata a la gobernación por el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), María de Lourdes Santiago, aseguró que el mensaje fue la amenaza de una eterna penumbra.

'En el momento más crítico de la historia reciente de Puerto Rico, el gobernador García Padilla ha presentado el mensaje más vacío, inconsecuente, inocuo y despegado de la realidad. Es inconcebible que, habiendo reclamado que abandonaba la contienda electoral para dedicarse a atender los problemas del país, en 24 páginas de mensaje no aparezca, ni por asomo, una propuesta, solución, sugerencia, o idea sobre cómo salir del atolladero que con tanto detalle él mismo ha descrito', aseguró la Senadora.

'El ánimo evasivo de García Padilla llega a tal extremo que ni siquiera se atreve a llamar por su nombre a la humillante Junta de Control Federal-pero sumisamente agradece la intervención de los funcionarios de la Administración Obama que la diseñaron. Es chocante además, que el Gobernador, a estas alturas se atreva a mentir descaradamente diciendo que el país se encamina a producir energía más barata cuando su ley de revitalización de la AEE es para asegurar que cobren los bonistas aumentando las tarifas', señaló.

No obstante, y aunque el candidato a la gobernación por el Partido Popular Democrático (PPD), David Bernier, no estuvo presente en el hemiciclo, por medio de una corta y ambivalente reacción vía texto, dijo que 'aunque coincido con la descripción que se hace del estado de la situación fiscal del País, las razones que lo provocaron y la necesidad de hacer causa común para resolverlo, discrepo rotundamente de la invitación que hace el Gobernador para revivir asuntos altamente divisorios en el País, especialmente en un momento donde estoy convencido de que el País necesita unidad y consenso', lee la misiva que no especificó a qué asuntos se refería.