Puerto Rico no podía despedir la Serie de Puerto Rico sin beisbol del bueno. Y no es que los dos equipos no sean contendores, sino que ambos se tiraron el juegazo de la vida y les tomó 16 entradas para poder definir el ganador del partido de clausura que se celebró en el estadio Hiram Bithorn.

A pesar de que la asistencia oficial reportó 19,527 personas, la realidad es que esa cantidad disminuyó con el pasar de la noche. Por más de cinco horas, la afición beisbolera del país disfrutó el manjar de un juego de Grandes Ligas.

Y que mejor que acabarlo con estilo, pero con un boricua envuelto en la decisión. El jardinero izquierdo de los Mellizos de Minnesota, Eddie Rosario anotó la carrera de la victoria con un imparable al central de Ryan LaMerre dejando así sobre el terreno 2-1 a los Indios de Cleveland.

Impecable ante su gente

El derecho bayamones de los Mellizos de Minnesota, Jose Orlando Berríos, aunque no consiguió la victoria.

'Esta noche fue grandiosa para mí, muy especial. Mis emociones estaban un poco alteradas. Entendía que tenía que hacer un buen trabajo. Ayude al equipo a mantener el juego apretado', expresó el abridor en conferencia de prensa.

Aclaró que le hubiese gustado salir al montículo para la parte alta del octavo, pero entendía que había realizado su trabajo. 'Uno quiere seguir tirando, pero es el dirigente… el toma las decisiones. Es bien temprano en la temporada, llevo cuatro salidas lanzando más de 70 lanzamientos así que es entendible', abundó Berríos que al llegar a la sala de prensa sonrió ante el chiste del dirigente, Paul Molitor diciendo que esperaba que no estuviese molesto por sacarlo del partido.

'La Makina', así se podría describir la labor de Berríos, que, por siete entradas, dominó a una ofensiva de los Indios de Cleveland que consiguieron anoche un total de cuatro cuadrangulares, incluyendo el bambinazo del siore, Francisco Lindor.

Es la segunda salida, de un total de cuatro de ellas, en las que no ha permitido anotaciones. No tuvo decisión del encuentro, pero con 84 lanzamientos, recetó cinco ponchetes, cedió tres inatrapables y retiró a los últimos 16 bateadores que enfrentó.

En cambio, todo apuntó a que su compañero de equipo, el jardinero izquierdo, Eddie Rosario, se encargaría de vestirse de heroe y contribuir a la causa que Berríos dejó al salir del partido. El joven, oriundo de Guayama, abrió con imparable ante los envíos del derecho, Cody Allen. Más adelante llegó hasta la tercera almohadilla con imparable del campo corto de los Mellizos, Eduardo Escobar, pero hasta ahí llegó luego que Allen apretara el brazo.

'Agradecido de que se pudo jugar. Se pudo cumplir el sueño de nosotros y de nuestros familiares de vernos jugar en un partido de Grandes Ligas y en Puerto Rico. Espero que todo mejore y que volvamos a la normalidad', dijo Rosario, quien terminó la noche con dos imparables en siete turnos.

Ese último 'hit' en particular fue abriendo la baja de la decimosexta entrada ante los envíos de Josh Tomlin. Ahí se tomó unos minutos para poder bregar con una dolencia en una de sus piernas. No obstante, Logan Morrison se embasó por error del intermedista, Jason Kipnis, y Rosario avanzó hasta la tercera. Eduardo Escobar recibió boleto gratis intencional y Ryan LaMerre conectó el batazo importante.

Por los Indios, Lindor se fue en blanco en seis turnos con cuatro ponches. Por su parte, el receptor, Roberto 'Bebo' Perez se fue de 4-1.

El himno de Puerto Rico fue entonado por Pedro Capó, mientras que Marileyda interpretó el de Estados Unidos. La primera bola fue lanzada por el cantante de música urbana, Daddy Yankee.