Egipto tiene un plan y un calendario para una transición pacífica y un traspaso de poder. Al menos así lo aseguró ayer el vicepresidente egipcio, Omar Suleiman.

El hombre fuerte del régimen del presidente Hosni Mubarak también prometió que el Gobierno no perseguirá a los manifestantes que llevan dos semanas pidiendo, con protestas en la calle y en la plaza de la Liberación de El Cairo, el fin del régimen de Mubarak, publica el diario español El País.

'El presidente da la bienvenida al consenso nacional, confirmando que estamos en la buena dirección para salir de la actual crisis', sostuvo Suleiman tras reunirse con Mubarak para tratar el proceso de diálogo entre el régimen y los partidos de oposición. 'Se ha fijado una clara hoja de ruta con un calendario para llevar a cabo un pacífico y organizado traspaso de poder', añadió en televisión al término del encuentro.

Asimismo, destacó que Mubarak ha nombrado una comisión para enmendar la constitución.

El domingo, tras reunirse con representantes de las fuerzas opositoras, el vicepresidente había anunciado la creación de esta comisión y medidas como ampliar la libertad de prensa o la liberación de los presos 'de conciencia'.

Ayer, se anunció una subida de sueldo a los funcionarios y una subida de las pensiones. También se ha ido poniendo en libertad a algunos líderes de la revuelta y se ha anunciado una revisión de los resultados de las elecciones legislativas de diciembre, consideradas un enorme fraude.

Sin embargo, estas tímidas reformas no acaban de convencer a los ciudadanos y miles de ellos siguen apostados en la plaza de la Liberación de El Cairo, epicentro de una revuelta que ha puesto al borde del abismo al régimen de Mubarak, quien preside el país desde hace más de 30 años

Mubarak se niega a dimitir y sólo ha anunciado que no optará a una nueva reelección en septiembre.