Jóvenes egipcios defienden la Biblioteca de Alejandría
Los jóvenes egipcios están decididos a hacer lo que sea necesario y cometer riesgos personales para provocar un cambio hacia un país más democrático, y también tienen claro que hay que evitar que los enfrentamientos entre autoridades y manifestantes, y los saqueos que se propagan por una nación que se resquebraja, acaben por socavar sus bienes culturales, admirados en todo el mundo.
Han sido los mismos jóvenes que se han echado a la calle contra el gobierno de Hosni Mubarak y que han protagonizado verdaderas batallas urbanas contra la Policía y el Ejército los que custodian ahora la célebre Biblioteca de Alejandría para evitar que el apreciado legado histórico de Egipto resulte dañado o robado.
El director de la Biblioteca, Ismail Serageldin, escribió en su página de Internet que la mítica institución 'se encuentra a salvo gracias a la juventud egipcia'.
El bibliotecario recordó que 'el mundo ha sido testigo de una inusitada acción popular en las calles de Egipto, conducida por los jóvenes, con sus justas demandas de más libertad, más democracia, menores precios en los productos básicos, mejores oportunidades de empleo. Los jóvenes exigen cambios inmediatos y de largo alcance'.
Serigelden insistió en que 'este clamor se encontró con violentos conflictos, claramente provocados por la policía. Se llamó entonces al ejército, y fue bienvenido por los manifestantes, pero al principio su presencia fue más simbólica que activa. Los acontecimientos empeoraron al aparecer bandas de matones y agentes provocadores, y comenzaron los saqueos'.
El director de la histórica Biblioteca explicó que los jóvenes se han organizado 'para dirigir el tráfico, proteger los barrios y hacer guardias en edificios públicos, como el Museo Egipcio y la Biblioteca de Alejandría, en colaboración con el ejército'.
Dijo confiar en que este 'improvisado arreglo' se mantenga hasta 'el pleno retorno del orden público'.
La biblioteca, subrayó Serageldin,'está segura gracias a los jóvenes, sean trabajadores de la propia biblioteca o representantes de los manifestantes, quienes se suman a nuestras guardias del edificio contra potenciales vándalos y saqueadores'.
La nueva Biblioteca Alejandrina, edificada para rendir homenaje a su gran antecesora, destruida por un incendio criminal de los invasores romanos hace casi dos milenios, se inauguró en octubre de 2002 y su acervo extraordinario fue reunido gracias a donaciones de gobiernos, bibliotecas y editores de todo el mundo.
Su director reitera que salen del propio gobierno 'mubarakita', 'que alguna vez pulió su imagen mientras hacía un jugoso negocio construyendo la modernísima biblioteca antigua, los vándalos que hoy la amenazan, orillando a la juventud egipcia a jugarse la vida por defenderla'.