Prohiben Dalai Lama reencarne sin permiso
Calificado por expertos como el acto de autoritarismo más absurdo de la historia, el gobierno chino ha prohibido que el líder espiritual tibetano en el exilio, Dalai Lama, reencarne sin su permiso.
Por medio de su Administración Estatal para Asuntos Religiosos, el gobierno también prohibió la reencarnación de las autoridades menores de la religión tibetana, conocidas como Tulku y consideradas sabias.
'Los procedimientos de reencarnación tienen que cumplir las convenciones religiosas e históricas. Además, debe ser aprobada por el gobierno central', señaló en un medio oficial Shingtsa Tenzinchodrak, uno de los budas vivientes en territorio tibetano adeptos al régimen chino, según la agencia de noticias EFE.
La prohibición surge ante la exigencia del Dalai Lama, de 75 años, de reencarnarse en un país libre y de celebrar votaciones democráticas para la elección de su sucesor.
A la prohibición de Pekín se suman obstáculos como las acusaciones de espiar para China contra el joven Karmapa, de 25 años, tercero en la jerarquía del Budismo tibetano y figura clave en el proceso de sucesión del carismático lama.
Timothy Johnson, autor de 'Tragedia en carmesí. Cómo el Dalai Lama conquistó al mundo pero perdió su batalla con China', sostuvo que los altos cargos del gobierno comunista chino creen que muchos de los problemas que afrontan en el Tíbet desaparecerán cuando muera el décimocuarto Dalai Lama.
'Están esperando a que fallezca', manifestó.
China tiene un problema con el Tíbet desde que lo ocupara en la década de 1950: una etnia con una clara identidad formada por cinco millones de habitantes, con una lengua y una religión distinta que reconocen al Dalai Lama como líder espiritual, y político, incluso desde que se exilió a Dharamsala (India) en 1959.
Las políticas étnicas del régimen chino han tenido consecuencias como las revueltas tibetanas en 2008 y las uigures en 2009, mientras el Dalai Lama ha cosechado apoyos internacionales en sus siete décadas de mandato.
Ante su inminente muerte, el gobierno aconfesional chino defiende desde 2008 una 'reencarnación con su permiso' antes que cualquiera de los intentos del lama por democratizar la elección de su sucesor.
'Lo cierto es que el partido gobernante quiere una nueva clase de lamas tibetanos leales a China y no al Dalai Lama. El Partido (Comunista) quiere cortar los lazos entre los lamas del altiplano tibetano y el Dalai. No es algo nuevo, Pekín hace lo mismo con el Vaticano y sus prelados católicos en su territorio',indicó Johnson.