EEUU estrecha cerco sobre Gadafi
Estados Unidos sigue dando pasos para estrechar el cerco sobre el dictador libio Muamar el Gadafi y promete mantener esa presión por los medios que sean necesarios hasta conseguir su derrocamiento.
'Estamos trabajando para convertir las palabras de condena en acciones y resultados', expresó en la víspera la secretaria de Estado, Hillary Clinton, en una comparecencia ante el Congreso.
Horas después, el secretario de Defensa, Robert Gates, señalaba que en las próximas horas llegarán a la zona dos buques anfibios con centenares de marines.
Mientras sigue la presión diplomática en Naciones Unidas -de cuyo Consejo de Derechos Humanos ha sido expulsada Libia-, EEUU y Reino Unido insisten en que el objetivo prioritario debe ser impedir que Gadafi siga utilizando sus aviones, un arma que los rebeldes no pueden contrarrestar y que podría llegar a liquidar el movimiento insurgente.
Fuerzas leales al dictador libio lanzaron hoy una ofensiva para recuperar varias ciudades del este del país magrebí, una zona donde la insurgencia mantiene el control desde el inicio de las revueltas contra el régimen, hace ahora dos semanas.
Según la cadena catarí Al Yazira, los militares han entrado en la población de Marsa el Brega y han expulsado a los rebeldes de ese enclave, que cuenta con una importante refinería de petróleo. Testigos citados por Al Arabiya aseguran que se están produciendo 'bombardeos aleatorios' mientras se suceden choques entre ambos bandos. El canal árabe añade que el aeropuerto de esa ciudad también está controlado por las fuerzas del régimen.
Al menos 14 personas habrían muerto en los enfrentamientos, de acuerdo a Al Arabiya, que informa además que aviones de guerra han castigado la vecina Ajdabiyah, una ciudad ubicada en la misma zona donde los rebeldes controlan una importante base militar y valiosos depósitos de armas. Un periodista contactado por Al Yazira asegura que se escuchan fuertes explosiones a las afueras de la ciudad y que ya se han producido las primeras incursiones de tropas.
El movimiento rebelde que lucha por derrocar a Gadafi empieza a mostrar signos de impaciencia ante una situación que amenaza con enquistarse. El dictador continúa parapetado junto a sus fieles en Trípoli y los insurgentes, aunque mantienen el control del este del país y est[an cada vez m[as cerca de conseguirlo en el oeste, consideran una gesta casi imposible asaltar la capital libia sin el concurso de la comunidad internacional.
Varios líderes rebeles han realizado llamamientos para que se materialice una intervención militar exterior que allane el camino hacia la victoria de los sublevados, informa The Washington Post. Los insurgentes no quieren tropas extranjeras sobre el terreno, pero sí están a favor del establecimiento de la zona de exclusión aérea que discuten en estos momentos Estados Unidos y sus socios europeos.
Además, reclaman bombardeos selectivos para eliminar las defensas del régimen y el suministro de armas a las milicias rebeldes. Fuentes militares estadounidenses consultadas por el Post aseguran que no han recibido ninguna petición al respecto de los rebeldes.