Obama exige a Cuba, pero no pide perdón
Bajo la solemnidad histórica del palacio de la Moneda, memoria de las peores decisiones de Estados Unidos en América Latina, Barack Obama ofreció una colaboración entre iguales en el continente y dejó constancia de la ausencia de Cuba en el conjunto de democracias que hoy se extienden en la región.
Obama mencionó el ejemplo de Las Damas de Blanco, el grupo de mujeres que lucha contra la dictadura cubana, y pidió al Gobierno de La Habana que respete los derechos humanos, publica el diario español El País.
El presidente estadounidense, que durante su mandato ha adoptado varias medidas para facilitar las comunicaciones de la población cubana con el exterior y sus contactos con el exilio, prometió que continuará 'buscando los medios para aumentar la independencia del pueblo de Cuba, que merece la misma libertad que cualquier otro en el continente'.
'Al mismo tiempo', añadió, 'las autoridades cubanas tienen que tomar acciones creíbles para respetar los derechos humanos del pueblo de Cuba, no porque nosotros se lo pedimos, sino porque el pueblo de Cuba lo merece'.
Obama habló desde un centro cultural construido en los sótanos del edificio en el que se perpetró el golpe de estado contra Salvador Allende, pero nunca pidió perdón al pueblo chileno por la intervención de Estados Unidos en ese levantamiento.
Los periodistas chilenos se lo pidieron durante la conferencia de prensa que celebró, de forma conjunta, con el presidente Sebastián Piñera, pero Obama prometió colaborar en lo que esté en su mano en el esclarecimiento de los delitos de Pinochet, en las circunstancias de la muerte de Allende y también en la del expresidente Eduardo Frei Montalva, de quien ahora hay pruebas de que fue asesinado.
No llegó a pedir perdón por el hecho de que uno de sus más notorios antecesores, Richard Nixon, fuese cómplice de un levantamiento militar que dejó más de 3,000 desaparecidos en Chile.