Las fuerzas de Alassane Ouattara, presidente electo de Costa de Marfil, atacaron hoy el búnker donde sigue el aún gobernante Laurent Gbagbo, pero la ofensiva parece haber sido repelida, dijo una fuente militar occidental a Reuters.

Entretanto, las negociaciones encabezadas por Francia para una salida pacífica de Gbagbo en definitiva han colapsado, según publica el diario británico The Guardian.

A su vez, el derrotado presidente acusó al presidente francés Nicolas Sarkozy de tramar un complot para asesinarlo, sostiene la publicación. Francia negó participación en los ataques de hoy a la residencia del mandatario.

Por tercer día consecutivo continuaron hoy los combates callejeros en la capital económica del país, Abiyán. Los seguidores de Ouattara trataban de derrocar a Gbagbo quien se niega a ceder el poder tras perder las elecciones de noviembre, según los resultados certificados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La fuente militar occidental citada por Reuters, quien vive cerca de la residencia Gbagbo, dijo que los combates finalizaron por la tarde y que las fuerzas de Ouattara se habían reagrupado.

'Tal y como lo entiendo, intentaron tomar la residencia de Gbagbo esta mañana. El asalto fracasó', dijo la fuente según citada por la agencia de noticias.

'No pudieron romper la resistencia de todas las armas pesadas que aún están escondidas alrededor de la residencia de Gbagbo. Se retiraron para volver a pensar y planearlo', apuntó.

Asimismo The Guardian cita ataques feroces a la residencia de Gbagbo por parte de los seguidores de Outtara que fueron respondidos en igual manera por los milicianos y la guardia presidencial que protege al aún presidente. Vecinos del área citados por Reuters afirmaron que el combate y las explosiones en el área fueron terribles, incluso sacudiendo edificiones cercanos.

'Están soltando disparos por todos lados. Los autos están corriendo en todas direcciones al igual que los combatientes', afirmó un vecino identificado como Alfred Kouassi a la agencia de noticias.

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Ayer martes el primer ministro galo, François Fillon, había anticipado el fin de la crisis porque Francia, antigua metrópoli colonial, estaba negociando con dos generales de Gbagbo su rendición. Sin embargo, después Gbagbo rechazó en entrevista con el canal francés de televisión LCI que estuviese negociando su salida y afirmó que la única solución de paz para Costa de Marfil era un encuentro cara a cara con Outtara.

Fuentes de la Unión Africana (UA) citadas por Reuters hoy sostuvieron que Sudáfrica y Togo podrían ser posibles refugios para el líder.

Los combates de los pasados cuatro meses en Abiyán han provocado una situación humanitaria 'absolutamente dramática', según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos. En dicho periodo, según cálculos conservadores, 1,500 personas han muerto en Costa de Marfil.

Una portavoz de Ouattara negó que sus tropas se hubieran retirado, pero no pudo dar ningún dato sobre el asalto y no dijo dónde seguían los combates. La residencia está vigilada por jóvenes milicianos y la guardia presidencial.

'Aquí los combates son terribles, las explosiones son tan fuertes que mi edificio está temblando', dijo Alfred Kouassi, un vecino del lugar donde se concentran los combates.

'Podemos escuchar las armas automáticas y también el ruido de armas pesadas. Hay tiros por todas partes. Los vehículos van a toda velocidad, al igual que los soldados', agregó. El vecino indicó además que podía ver tanques franceses en la calle, pero que no sabía si estaban interviniendo en la ofensiva.

El Ejército francés dijo que no participó en el ataque, a diferencia de lo ocurrido el lunes, cuando helicópteros galos y de la ONU apoyaron desde el aire el avance de los rebeldes hacia Abiyán.

Francia , antigua potencia colonial, ha adoptado un papel de liderazgo en el conflicto, así como en las negociaciones para persuadir al presidente a que entregue el poder a su rival y acabe con cuatro meses de conflicto.