Blindado Israel contra misiles
El Iron Dome (Domo de Hierro) israelí, un sistema de defensa contra misiles de corto alcance, entró por primera vez en acción esta semana. La fortaleza Israelí no deja margen a la improvisación.
Una batería colocada cerca de la ciudad costera de Ashkelon derribó uno de los cohetes lanzados desde la franja de Gaza, según publica BBC Mundo.
El dispositivo fue concebido en 2006 durante la guerra del Líbano, que puso de manifiesto la vulnerabilidad de la población israelí a los ataques de misiles y cohetes.
El sistema lo construyó la compañía israelí Sistemas de Defensa Avanzados Rafael, pese a que el proyecto ha recibido apoyo económico de EE.UU.
Para actuar se basa en tres elementos, un radar, un centro de control y las unidades de disparo en sí mismas.
Su fabricante alega que pueden acertar contra objetos que van desde un misil a un proyectil de artillería de 155 milímetros, en todas las circunstancias meteorológicas.
Casi desde el comienzo el proyecto tuvo una justificación política además de la militar. Los habitantes del sur de Israel han venido exigiendo protección a Tel Aviv contra los ataques con misiles.
Eso es exactamente lo que ha pasado. Tras tres semanas de tensión y ataques fronterizos por ambos lados, el gobierno israelí se vio obligado a desplegar el Domo de Hierro pese a que sigue en fase de pruebas.
El armamento del que disponen los militantes palestinos ha mejorado con los años, hasta conseguir incrementar en alcance y capacidad de fuego.
El Grad, que los que los palestinos dispararon dos el jueves pasado, tiene un rango de alrededor de 20 kilómetros, con lo que una ciudad como Ashkelon puede ser alcanzada fácilmente.
Los informes israelíes indican que el radar del Domo de Hierro los detectó y calculó que uno iba a golpear un área despoblada, por lo que sólo reaccionó contra el otro.
Pero los palestinos también tienen Fajr-3, misiles de diseño iraní con un rango mucho mayor. No se sabe cuántos han sido contrabandeados dentro de Gaza.
Los Fajr-3 pueden alcanzar un objetivo a 45 kilómetros, con lo que potencialmente podrían golpear zonas más densamente pobladas.