El celo de los organismos de seguridad sirios con respecto a la información relacionada a lasprotestas contra el Gobierno está haciendo casi imposible confirmar o refutar la mayoría de las versiones proporcionadas por el Ejecutivo o sus adversarios.

Los sirios se han convertido en víctimas de la desinformación y los rumores respecto de las protestas que se han cobrado una cantidad indeterminada de muertes, lamenta BBC Mundo.

Cuando los teléfonos celulares tienen dificultades en establecer conexión, los sirios no saben sin pensar que se trata de un simple fallo técnico, de un incidente por las protestas o de un bloqueo intencionado.

En las regiones donde las protestas han sido más consistentes, los sistemas de telefonía han dejado de funcionar.

Las ciudades de Daraa, al sur del país, y Banias, en la costa mediterránea al norte, son lugares de los cuales se tiene muy poca, casi ninguna información, porque están aisladas del exterior por un cerco del ejército y la policía.

La información clara es muy escasa, pero en cambio la propaganda es abundante.

La oposición asegura que el descontento contra el gobierno crece y éste dice que el temor a la inestabilidad incrementó el deseo de volver a la calma.

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