Cuando la comunidad internacional clama esta semana contra la sentencia de 11 de años de inhabilitación impuesta al mundialmente conocido juez Baltasar Garzón, hoy comenzó otro juicio que acapara la atención por igual de periodistas tanto de política como de famosos.

Palma (España) - El juicio en el que está imputado Iñaki Urdangarin, yerno del Rey Juan Carlos de España, por malversación de fondos públicos y fraude a la administración comenzó hoy en la ciudad de Palma de Mallorca (islas Baleares) con las declaraciones de otros acusados.

Uno de los principales imputados, Diego Torres, el exsocio de Urdangarin en el Instituto Nóos -la entidad supuestamente sin ánimo de lucro a través de la cual se embolsaron millones de euros- se acogió a su derecho constitucional a no declarar, tras llegar al juzgado.

Torres decidió no contestar a las preguntas del juez y los fiscales anticorrupción sobre su participación en las supuestas irregularidades detectadas en las actividades de Nóos, que presidió el duque de Palma, Iñaki Urdangarin.

La esposa de Torres, Ana María Tejeiro, otra imputada, también tuvo que comparecer, aunque se desconoce si igualmente se negó a declarar, tras lo cual el matrimonio abandonó los juzgados.

La declaración ante el juez y los fiscales del yerno del Rey está prevista para el próximo 25 de febrero.

La causa que afecta al duque de Palma es una pieza separada de un caso de corrupción conocido como 'Palma Arena', en el que está imputado Jaume Matas, ex presidente de la región autónoma de Baleares y ex ministro de Medio Ambiente en el Gobierno conservador de José María Aznar.

De acuerdo a todos los detalles que han trascendido desde el pasado octubre sobre el caso Urdangarin, el duque de Palma y su socio, Diego Torres, se embolsaron unos 6 millones de euros (cerca de 8 millones de dólares) de fondos públicos entre 2004 y 2007, en parte gracias a contratos con los gobiernos regionales de Baleares y Valencia.

Además, de acuerdo a los documentos hallados por la policía en registros relacionados con Urdangarin y Torres, ambos crearon una trama de sociedades para desviar los fondos captados por la entidad sin ánimo de lucro Nóos y enviar parte de ellos al paraíso fiscal de Belice.

Urdangarin y su esposa, la infanta Cristina, hija menor del rey, se trasladaron a vivir a Washington en 2009, cuando el duque de Palma fue nombrado delegado de la compañía Telefónica, y cuando comenzaban a aflorar algunos detalles sobre el elevado tren de vida que llevaban en Barcelona.

La Casa Real española decidió las pasadas Navidades excluir a Iñaki Urdangarin de sus actividades oficiales, alegando que sus negocios parecían 'no ejemplares'.

Esta semana se conoció que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha decidido investigar si el juez que instruye el caso contra Urdangarin, José Castro, tiene responsabilidad en las filtraciones a la prensa del sumario cuando era secreto, tras la denuncia de los abogados del imputado Matas.