Protestas a granel por asesinato de adolescente negro
La polémica por la permanencia en libertad y sin cargos de un vigilante voluntario que confesó haber matado a un adolescente negro desarmado en Florida ha desatado una ola de protestas en Estados Unidos, así como la retirada temporal del jefe de la Policía local.
'Mi implicación en este proceso está eclipsando el curso de la investigación. Por ello, creo que debo retirarme temporalmente del caso', dijo este jueves en una conferencia de prensa, acosado por las críticas, Bill Lee, jefe de la policía de Sanford (Florida), donde tuvieron lugar los hechos.
Horas antes, centenares de estudiantes de una escuela las afueras de Miami, donde vivía el menor con su madre, abandonaron las aulas y salieron a la calle para protestar, toda vez que 26 días después del suceso el vigilante sigue en libertad sin cargos.
La iniciativa fue convocada a través de Facebook, en la que se han creado también varias páginas de protesta sobre este caso, que son seguidas en su mayoría por jóvenes.
Muchos de ellos han cambiado sus fotos del perfil para posar con sudaderas con capucha, a modo de recuerdo de la indumentaria que llevaba Trayvon Martin, de 17 años, cuando fue disparado.
Mientras, sus padres, Tracy Martin y Sybrina Fulton, continúan con la campaña de recogida de firmas para pedir a las autoridades federales que se enjuicie a George Zimmerman, y hoy tenían previsto reunirse con representantes del Departamento de Justicia de EE.UU.
En los últimos días se han multiplicado por diversas ciudades del país las manifestaciones de quienes consideran injusto que el autor del disparo siga en libertad, así como de quienes ven en este caso un suceso de tinte racial.
Por esos mismos motivos está prevista hoy una numerosa protesta a partir de las 19.30 hora local (23.30 GMT) en Sanford, donde las autoridades locales creen que podrían participar hasta 20.000 personas, algo que sería todo un reto logístico y de seguridad para una localidad de apenas unos 50.000 habitantes.
En esa localidad de las afueras de Orlando (en el centro de Florida) es donde el pasado 26 de febrero Martin fue disparado por George Zimmerman, de 28 años, origen hispano y residente también de la urbanización donde vive el padre del menor.
Martin volvía a casa de su padre tras haber salido a comprar té frío y caramelos a una tienda cercana. Zimmerman, quien vigilaba la comunidad por iniciativa propia, había llamado previamente a la línea de emergencia policial (911) y asegurado que un 'negro caminaba con algo en las manos y actuaba de manera sospechosa'.
Pese a que el operador le dijo que se retirara, éste se encaró con Martin y, tras un enfrentamiento, le disparó un tiro en el pecho.
Zimmerman se acogió a la polémica ley 'Stand Your Ground', vigente en 21 estados del país y que ampara a quienes recurren a 'medidas de fuerza letales' para defenderse si se sienten amenazados.
La policía dio desde un principio por buena la versión de Zimmerman de que actuó en defensa propia, y aunque inició una investigación de los hechos decidió no detenerlo.
La Asociación de Derechos Civiles de Florida defiende que el vigilante, del que se tiene registro de unas 50 llamadas al 911 en los últimos años, 'había probado ser irracional e irresponsable', por lo que se le tendría que haber prohibido llevar armas.
La División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia ha emprendido una investigación para averiguar si Zimmerman violó alguna ley federal, al tiempo que se ha convocado a un gran jurado para el próximo 10 de abril.
En una conferencia de prensa, el abogado de la familia, Benjamin Crump, detalló esta semana el testimonio de la novia del menor, quien hablaba con él por celular cuando ocurrió el suceso.
Según su testimonio, Martin le dijo a la joven que un extraño le seguía y que trataba huir de él: 'Está detrás de mí. Lo tengo detrás de mí', afirmó.
Poco después Martin se dio la vuelta y preguntó directamente al hombre el por qué le estaba siguiendo. Éste le contestó cuestionándole a qué obedecía su presencia en el lugar. Unos instantes después la joven asegura haber oído varios ruidos confusos, tras lo cual se cortó la comunicación.