La Habana.- Pasada una semana del devastador impacto de 'Sandy' en Cuba, las regiones del este de la isla se afanan en su recuperación sin que el Gobierno haya ofrecido todavía una estimación global de los daños económicos que ha causado el huracán.

'Ha sido un golpe realmente duro; fue un ciclón fuerte que se desarrolló rápidamente. La realidad supera todo lo que puedan mostrar las fotos de la prensa y la televisión: Santiago conmueve, parece una ciudad bombardeada': así ha descrito la situación el presidente Raúl Castro, que se encuentra desde el domingo recorriendo las zonas afectadas.

'Sandy' castigó con fuerza durante cinco horas de la madrugada del jueves 25 de octubre el oriente de la mayor de las Antillas, donde dejó once muertos y un paisaje de devastación, especialmente en Santiago de Cuba, a unos 950 kilómetros al sureste de La Habana.

Se desconoce aún la cifra global de las pérdidas que ha causado el huracán y su efecto en la de por sí maltrecha economía cubana, y hasta el momento el Gobierno y los medios oficiales solo han adelantado cifras puntuales relativas a localidades o sectores económicos concretos.

Uno de los datos preliminares es que las pérdidas superan los 88 millones de dólares en el caso de Santiago de Cuba, la segunda provincia más poblada de la isla, donde el ciclón ocasionó más de 46.000 derrumbes totales o parciales de viviendas.

En el sector de las telecomunicaciones quedaron interrumpidos 30.000 servicios básicos, así como ocho radiobases de la telefonía móvil y dos torres de la empresa Radiocuba.

Según representantes de la empresa Etecsa, unos 40.000 servicios telefónicos resultaron dañados, a partir de las dificultades en más de 2.400 postes.

En la zona se trabaja para restablecer el suministro eléctrico y el propio Raúl Castro ha asegurado que no se irá de Santiago de Cuba hasta que la ciudad tenga electricidad.