Ángel Colón no recuerda el rostro del policía que lo arrastró a la calle desde el suelo de la discoteca Pulse en Orlando, donde el domingo en la madrugada un pistolero cegó la vide de 49 personas en la mayor masacre de la historia de Estados Unidos.

De lo que está seguro el puertorriqueño es que le estará agradecido toda la vida, según expresó en conferencia de prensa para la cadena Fox.

En uno de los primeros testimonios de un sobreviviente del violento ataque, Colón recordó que ese domingo estaba disfrutando entre amistades en el club de la comunidad LGBTT en el estado de la Florida, cuando pasadas las 2:00 de la madrugada comenzaba a despedirse. En ese momento, escuchófuertes disparos a la vez que se abrazaba a una amiga para dar el adiós. Se agarraron de las manos y comenzaron a correr.

Tres disparos le alcanzaron la pierna, cayendo al suelo. Trató de incorporarse pero no pudo, el resto de los asistentes del club corrían despavoridos sobre él. Solo escuchaba gritos de ayuda y disparos. El hombre del arma se fue a otro espacio del club por un momento, pero Colón recordó que regresó a disparar a las víctimas en el suelo como para asegurarse de sus muertes. Los disparos le alcanzaron una mano, y al quedar petrificado el victimario pensó que estaba muerto. El sobreviviente recuerda que los disparos continuaron 5 o 10 minutos más por toda la discoteca.

Al cabo de más disparos, finalmente abrió los ojos cuando un policía tomó su mano. Le indicó que no podía moverse, así que lo arrastró hasta la calle, donde tirado sobre el pavimento vio a más heridos en dolor. Luego recuerda la ambulancia que lo transportó hasta el Centro Médico de Orlando, donde agradeciótodas las atenciones que ha recibido.

Colón es uno de los más de 50 heridos atendidos en varias instituciones médicas de Florida tras el violento ataque de Omar Mareen, quien murió a manos de las autoridades. La mitad de las víctimasmortales son puertorriqueñas. Seis heridos permanecen en estado grave.

Muchos han catalogado el suceso como un crimen de odio, mientras medios estadounidenses insisten en que se trata de un ataque terrorista. El lunes en la noche, el presidente Barack Obama,indicó que no existen pruebas claras para afirmar que la matanza perpetrada este domingo está vinculado a un grupo extremista, tras reunirse con su equipo de seguridad para conocer avances de la investigación de la masacre.