La investigación del atentado de hoy en Barcelona arroja hasta el momento que la camioneta que atropelló y mató a 13 personas partió desde la Plaza de Cataluña, intersección con la calle Pelayo, y entró en La Rambla poco despues de las 3:00 pm, hora de Barcelona.

La Rambla es una de las vías más transitadas de Barcelona y uno de los puntos turísticos más visitados y nudo de enlace de varios medios de transporte público, así como un lugar con gran actividad comercial.

Tan pronto entró a la vía, recorrió unos 500 metros en 'zigzag' incluyendo el centro de la vía, reservada solo para peatones, hasta detenerse en el centro de La Rambla, a la altura de la calle de Sant Pau, cerca del conocido Teatro del Liceo, explica El País.

La camioneta también impactó varios vehículos cerca de la fuente de Canaletas, donde los seguidores del Fútbol Club Barcelona suelen reunirse para celebrar los títulos conseguidos por este equipo, y del famoso mercado de la Boquería.

A medida que el ataque se desarrollaba, decenas de personas se refugiaron en comercios cercanos huyendo del caos y el pánico que se apoderó de la calle.

Ali Shirzainia estaba montado en su bicicleta cuando la camioneta le pasó por el lado. 'Vi a gente volar por el aire y todo el mundo corría hacia las tiendas en ambos lados', le dijo a CNN. 'Vi muchas ambulancias, muchos vehículos de rescate casi inmediatamente', agregó.

Otro testigo aseguró que la camioneta iba a una velocidad de alrededor de 50 millas por hora.

Al detenerse la camioneta, los ocupantes, presumiblemente dos, iniciaron la huida a pie. Poco después del ataque, un sospechoso que se había saltado un control policial fue encontrado muerto en su automóvil, a tres kilómetros de donde la policía había intentado detenerlo a tiros.

A eso de las 5:00 pm, hora de Barcelona, comenzaron a surgir en las redes sociales informes del incidente.

La situación en el centro de la ciudad, horas después del atentado, quedó marcada por el trauma y en silencio. Las calles mostraban un aspecto desértico, los turistas se habían encerrado en los hoteles y las estaciones de metro y tren seguían cerradas, reportó la agencia de noticias EFE.

Al caer la noche, el ministro catalán del Interior, Joaquim Forn, dijo que 13 personas habían fallecido y al menos 100 resultaron heridas, 15 de ellas de seriedad.

CNN también reportó que dos sospechosos fueron detenidos. De acuerdo con la Policía catalana, uno de los arrestados es de Marruecos y otro del enclave español de Melilla.

Este es el peor ataque en territorio español desde los bombazos de 2004 en Madrid, que mataron a 191 personas y dejaron más de 1,800 heridos.

El grupo yihadista Estado Islámico (EI) ha reivindicado la autoría de los hechos, de acuerdo con la agencia afín a esa organización terrorista, Amaq.