La salida del secretario de Justicia federal Jeff Sessions había sido augurada varias veces por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Aunque desde el principio de la campaña presidencial, el exsenador había mostrado fuerte apoyo por Trump, sus decisiones recientes lo llevaron a estar de malas con el presidente, quien en recientes tiempos no quería verlo ni en pintura.

A continuación te presentamos cinco datos que detallan la caída de Sessions en la administración Trump.

1. Fue el primer senador en endosar a Trump

El primer senador en apoyar la campaña de 'Make America Great Again' de Trump fue Sessions, quien anteriormente había tenido un historial de atacar la emigración y los movimientos de derechos civiles en los Estados Unidos. Sessions en ese entonces fungía como senador federal del estado de Alabama y al momento contaba con el apoyo de varios republicanos en ese cuerpo legislativo. Fue ese poder lo que evitó que Trump lo despidiera desde un principio.

2. Fue nombrado en la trama rusa

Durante su confirmación para el liderato de Justicia federal, salió a relucir que el congresista se había reunido con un embajador ruso durante la campaña electoral de Trump. Sessions negó las imputaciones y logró ser confirmado, pero una investigación llevada a cabo por el Washington Post reveló que en efecto si se había reunido con el embajador ruso dos veces. Cuando se le cuestionó por que mintió durante sus vistas, aseguró que no había mentido, que simplemente no habían preguntado si se había reunido con rusos.

3. Dio paso a la investigación de Robert Mueller

Las acusaciones de su reunión con el embajador ruso se empeoraron cuando salió a relucir información de un tercer encuentro. Para ese tiempo, el fiscal especial, Robert Mueller, había comenzado su investigación ante inherencia rusa en las elecciones presidenciales del 2016 y fue en ese instante que Sessions optó por no intervenir en dicha investigación, ganándole la ira del presidente que constantemente ha catalogado la iniciativa como una cacería de brujas en su contra.

4. Hacía tiempo no se reunía con Trump

Pese a que el secretario de Justicia debía ofrecer al presidente un 'briefing' diario de los quehaceres de la agencia, Sessions y Trump no se habían reunido por mucho tiempo ya, según fuentes del Washington Post. Los reportes diarios eran ofrecidos por el ahora secretario interino, Matthew Whitaker, quien Trump asegura no estará permanentemente en el puesto.

5. Era el menor de los dos males para los demócratas

Aunque Sessions no era de agrado para muchos en el Partido Demócrata, lo toleraban por miedo a que su reemplazo inhibiera la investigación de Mueller en contra de la inherencia rusa. De igual forma, Trump no le pidió la renuncia antes por miedo a cómo reaccionarían los republicanos, según Washington Post, pues Sessions mantenía el apoyo de algunos en el Senado federal. Esa opinión cambió en días recientes y fuentes cercanas al presidente ya habían anunciado que los días de Sessions estaban contados en la posición.