Los presidentes venezolanos, Nicolás Maduro, y el autoproclamado 'presidente interino', el jefe del Parlamento Juan Guaidó, cruzaron palabra, en eventos separados, este viernes sobre sus planes de acción en la confrontación de poderes que mantiene a Venezuela en crisis y que ocurre con el trasfondo de la mayor caída de producción de crudo que se ha registrado en tiempo reciente en ese país.

Maduro, desde el palacio presidencial de Miraflores, aseguró que 'siempre ha habido canales de comunicación' y que está comprometido con el diálogo 'a pesar de las recientes acciones de la oposición venezolana y la injerencia extranjera'.

'Estoy listo para el diálogo porque creo en la paz, en la palabra, soy un hombre de palabra', dijo.

Según Maduro, Guaidó sostuvo una reunión con el jefe de la chavista Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Diosdado Cabello, en la que se 'habló de hacer un nuevo diálogo para el país' y le pidió mantener 'ese canal abierto'.

Explicó además que Cabello le dijo a Guaidó que 'el presidente (Maduro) es el primero que está dispuesto a hacer el diálogo, nacional, sin condiciones, con agenda abierta para acuerdos parciales que nos permitan avanzar en la paz, en la recuperación del país y para un acuerdo global de gobernabilidad, de democracia', aseguró.

Maduro asoma una vez más la posibilidad de un diálogo luego de acusar a Guaidó de dar 'un golpe de Estado'. Sobre lo que considera un golpe Maduro ha dicho que corresponde al sistema de justicia venezolano 'actuar' de conformidad con la ley contra Guaidó para 'preservar el Estado, el orden democrático y la ley venezolana'.

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Por su parte Guaidó, en su primera comparecencia pública tras hace dos días adjudicarse las competencias del Ejecutivo como presidente interino, dijo que si las autoridades del país llegaran a meterlo tras las rejas sería un 'golpe' de Estado pues, reiteró, su autoridad es 'legítima'.

'Se ha corrido mucho el rumor de si me van a meter preso o no (...) golpe sería si me llevan, eso es un golpe', dijo a modo de respuesta a Maduro.

Guaidó cree que hasta ahora no lo han detenido -pese a que la Justicia emplazó a la Fiscalía a determinar responsabilidades por su accionar- porque su actuación se apega a un marco constitucional.

Señaló que ejercerá sus funciones (ejecutivas) en la calle, y recordó que los diputados están trabajando para lograr el 'cese de usurpación' de Maduro, crear las condiciones para instalar un 'gobierno de transición' y posteriormente convocar a 'elecciones libres'.

Sobre la apertura de diálogo de Maduro, lo condicionó a que 'cese de la usurpación, gobierno de transición y las elecciones libres, bienvenidos a hablar en el momento que sea, eso lo extiendo además, al alto mando militar, a todos los funcionarios, como quieran, los esperamos en el despacho de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento)'.

Guaidó aseguró que la Administración de Maduro acostumbra a acudir al diálogo como recurso 'cuando la presión le sube' y luego de recurrir 'a la represión'. 'Cuando esa represión no les da resultado se convierte en falso diálogo', sostuvo.

Además, llamó a una nueva movilización la próxima semana y a otras dos actividades este fin de semana en contra del Gobierno de Nicolás Maduro, al que tacha de ilegítimo. Específicamente, este sábado se harían asambleas populares en los 335 municipios para prepararse de cara a una 'gran movilización' la próxima semana, de la que no ofreció mayores detalles.

Las concentraciones de mañana tambien servirán, según dijo, para 'ejercer la mayoría fuerte y poderosa que somos' así como para 'rendir honor y tributo a nuestras víctimas', en alusión a los 26 fallecidos que han dejado las protestas antigubernamentales de esta semana, según cifras no oficiales.

Para el domingo, explicó, se espera que los ciudadanos se movilicen en pequeños grupos para entregar a militares y policías una copia de la Ley de Amnistía aprobada por el Parlamento, de mayoría opositora, que contempla exculpar a quienes desobedezcan el mandato de Maduro por considerarlo 'ilegítimo'.

Mientras, en el Foro de Davos en Suiza, el director general de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Faith Birol, alertó sobre la caída de la producción de crudo de Venezuela en los dos últimos años, 'la mayor que haya sufrido nunca', que puede empeorar 'si se produce una revolución en el país'.

Birol aseguró que 'tras un proceso revolucionario es muy raro que un país recupere su capacidad de producción', lo que en el caso de Venezuela se suma a su bajo rendimiento en los últimos años.

Venezuela no es el único foco de conflicto que detecta la AIE, cuyo director cree que la volatilidad de los últimos años 'será peor en 2019'.