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Los bebés no sobreviven a la hambruna y al cerco israelí en Gaza

Al bloqueo israelí a la entrada de cualquier tipo de suministros desde el 2 de marzo, se suma la escasez de combustible para alimentar los generadores de electricidad de los hospitales.

Fotografía del 17 de julio que muestra a cuatro niños nacidos prematuros y con signos de malnutrición, en una sola incubadora, debido a que el hospital Al Helou no cuenta con suficientes y el número de niños nacidos prematuros ha incrementado por la dificil situación que afrontan las madres.
Foto: EFE

CIUDAD DE GAZA. - El azote de la ofensiva israelí en Gaza ha sacudido todos y cada uno de los cimientos del enclave. Israel ha arrasado ciudades y familias enteras, colegios y universidades, mezquitas y hospitales. Ahora, tras casi cinco meses de cerco, son muchos los bebés gazatíes que nacen prematuros y desnutridos, enfrentándose a una muerte que debería ser evitable.

En el Hospital al Helou, en la norteña ciudad de Gaza, cuatro bebés se apelotonan en una misma incubadora. Visten pañales demasiado grandes para sus diminutos cuerpos. Respiradores artificiales llevan oxígeno a sus pulmones.

No les queda otra opción.

Al bloqueo israelí a la entrada de cualquier tipo de suministros desde el 2 de marzo -incluido agua, equipos médicos y toneladas de alimento- se suma la escasez de combustible para alimentar los generadores de electricidad de los hospitales. Compartir incubadoras permite ahorrar energía.

La palestina Tahiye Wajih Abu Sultan, de 33 años y madre de cinco hijos, observa a su bebé a través de esa cápsula de cristal que le aísla del mundo. El pequeño dispone de una inbucadora para él solo, pero no llega a un kilo de peso y los médicos temen su muerte.

"He venido hoy al hospital y los médicos me dicen que la situación de mi hijo es difícil. Solo Dios puede salvarle", dice a EFE Abu Sultan, entre lágrimas.

La mujer reconoce que no tiene pañales ni leche con la que alimentar al niño desnutrido, y dice que su marido sufrió una herida en la cabeza durante un bombardeo israelí y que no puede salir de la cama.

Ayer sábado, el Ministerio de Sanidad gazatí cifró en 70 los fallecidos por desnutrición aguda en Gaza, tras la muerte de un bebé de 35 días. Entre ellos, han muerto más de 50 menores de edad desde el bloqueo israelí, según la Organización Mundial de la Salud. Esta cifra, sin embargo, no incluye las defunciones fuera de los centros médicos.

Según la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, UNRWA, uno de cada diez niños menores de cinco años ya presenta desnutrición.

Solo quedan 36 incubadoras en norte de Gaza

Antes de que Israel lo destruyera casi todo, existían en ciudad de Gaza y la región norte unas 125 incubadoras. Hoy, cuando la necesidad es mayor que nunca, quedan 36, detalló a EFE el jefe del Departamento de Cuidados Intensivos para recién nacidos y prematuros del Hospital al Shifa, Naser Boulboul, quien se encuentra de manera provisional en este otro centro.

Boulboul reconoce que ver cómo los niños se mueren es algo inimaginable. El doctor dice que reciben, de forma frecuente, casos de mujeres embarazadas, heridas en bombardeos y que fallecen por hemorragias. Los médicos intentan entonces salvar a sus hijos mediante cesáreas de urgencia, pero "entre la mitad y tres tercios" fallecen.

"Estamos trabajando en unas condiciones sin precedentes. No hay incubadoras, ni equipos médicos, ni respiradores artificiales", lamenta Boulboul. El pediatra explica que los cortes de electricidad y las averías de los generadores son comunes, lo que causa la muerte de bebés en estado muy crítico debido a un parto prematuro.

"Estamos perdiendo muchas vidas que podrían haberse salvado si contáramos con los recursos necesarios para continuar el trabajo", denuncia este profesional.

Más de un millón de gazatíes en riesgo de muerte

Pero el cerco israelí, sumado a la desnutrición que padecen muchas madres y al bajo peso con el que nacen sus bebés, hace que sobrevivir sea casi tan difícil como esquivar los ataques directos, los cuales han matado a cerca de 59,000 gazatíes -según Sanidad- desde octubre de 2023.

La falta de alimento en Gaza -desde harina, alubias a cualquier producto fresco- es tan extrema que, ayer sábado, la ONG basada en Estados Unidos, Rahma Worldwide, alertó que más de un millón de palestinos están en riesgo de morir de hambre.

De acuerdo con un doctor en el Hospital sureño de Naser, algunas familias están recurriendo al uso de agua con sal a fin de intentar calmar los estómagos hambrientos de sus hijos. Cada vez más personas llegan con signos de desmayo y exhaustos a emergencias.

Existe "una afluencia sin precedentes" de personas con desnutrición extrema que llegan a los hospitales "en estado de agotamiento y con pérdida de movilidad debido al hambre prolongada", advirtió Rahma, sumándose a unos hechos denunciados también en los últimos días en diferentes hospitales gazatíes.

Para Boulboul, su batalla personal consiste ahora en la supervivencia de un bebé de 25 semanas, cuya madre sufrió un parto prematuro tras un bombardeo.

El equipo médico se planteó dejarle morir debido a la escasez de recursos y las escasas probabilidades, pero el pediatra recuerda cómo la llegada del padre al hospital, quien había perdido a todos sus otros hijos, les convenció para luchar por él.

El pequeño se encuentra bajo tratamiento intensivo, requiere un alto nivel de soporte respiratorio y permanecer en una incubadora entre 12 y 15 semanas.

"Esperamos poder salvarle la vida", musita Boulboul. Y recuerda: "Necesitamos urgentemente que se detenga la guerra. La desnutrición aguda está resultando ser aún más letal que los propios bombardeos".