Las Bellaqueens y el consentimiento desde el trap
'Mucha gente se siente en el derecho de tocarnos o decirnos ciertas cosas o tratarnos de cierta manera', soltó Durazno, con la normalidad incrustada en las palabras, producto de una conducta que ha visto en más de una ocasión.
Durazno es una de las integrantes del grupo Las Bellaqueens, quienes se desenvuelven en el genero musical del trap en el ámbito local.
'Mis líricas y mi 'outfit' no es consentimiento para que tú vengas a hacer lo que tú quieras conmigo. No tiene nada que ver. Yo soy un ser humano, yo merezco respeto y ya', abundó la cantante.
A propósito de sus experiencias en el trap, NotiCel se sentó con las tres mujeres que componen la agrupación, Durazno, Museo y Baby Salad, para conversar sobre el consentimiento y la reacción de los demás exponentes urbanos a la incursión femenina en el genero.
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El trap es dominado por hombres heterosexuales, cuyas letras explícitas abordan de manera directa el sexo, el poder, las drogas y las armas de fuego. Tal como caracteriza a las canciones de otras figuras, las líricas de Las Bellaqueens abordan abiertamente las relaciones sexuales y el placer, a toda vez que promueven el sexo seguro y la aceptación de lo queer.
En las presentaciones musicales en la Isla, no ha faltado el comentario no solicitado por parte de hombres, quienes obvian la necesidad de autorización o permiso de las mujeres para ejecutar ciertos actos, o lo mismo que el consentimiento.
'Que yo en mis canciones exprese mi gusto intenso a la sexualidad, no significa que yo quiera estar con cualquiera que se me aparezca al frente. Son cosas que molestan, pero con más razón nosotras tenemos que estar diciendo todas estas cosas, para que ellos aprendan de cierto modo. O sea, todos nosotros tenemos sexo, pero se hace [de manera] consensual', explicó, por su parte, Museo.El concepto del consentimiento ha tomado auge en esta era militante en contra del acoso sexual y el movimiento #MeToo, creado por la activista Tarana Burke para develar las conductas depredadoras que sufren las mujeres en el mundo, usualmente por hombres en posiciones de poder.
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En el ámbito artístico, el productor Harvey Weinstein, el comediante Louis C.K. y los actores Kevin Spacey y Bill Cosby son solo algunos de quienes han recurrido al abuso de su posición para intimidar a mujeres y otros hombres en el espacio de trabajo mediante la coacción a participar de un acto de índole sexual a cambio de la preservación de sus carreras profesionales.
A nivel local, se destaca el caso del exalcalde de Guaynabo, Hector O'Neill García, según se desprende del proceso judicial en su contra.
En terminos musicales, una de las canciones del genero urbano que aborda el tema es 'Yo quiero bailar', de la reconocida cantante Ivy Queen. Lanzada en el 2003, la canción ejemplifica en unos tres minutos el derecho de la mujer a decidir cómo y con quien transcurrirá y terminará la noche de fiesta.
Los traperos se portan bien
Los comentarios, de acuerdo a las exponentes urbanas, generalmente provienen de parte de miembros del público, en acercamientos que surgen despues de las presentaciones musicales.
Parte de la libertad que se toman los hombres, en este caso, se da por el contenido de la lírica y el nombre del grupo, clara alusión al gusto por el sexo.
Baby Salad: 'Un tipo en otro show nos estaba diciendo 'por que tienes ese traje'
Museo: 'Estaba pegándose así y azá'
Baby Salad: 'Y como que 'vente, baila conmigo''
Sin embargo, los demás 'traperos' acostumbran admirar su trabajo y apoyarlas, experiencia que dista de lo vivido por Baby Salad en otros ámbitos.
'En mi carrera musical le he metido mucho al rock y yo creo que yo sentí hasta más discrimen de parte de la escena del rock. Según desarrollaba mi música sí, en muchos sitios se me han abierto los espacios para tocar, pero siempre ha habido muchos hombres que me quieren hacer sentir menos que ellos, menos músico, menos talentosa', reveló Baby Salad.
'Según yo fui creciendo, me fui desarrollando como artista y tambien según fui aprendiendo lo que era el feminismo, pude entender por que estos tipos me trataban así. Entendía mejor por que me querían tratar como si yo fuera menos que ellos', añadió la cantante.
Por esa razón Las Bellaqueens no ignoran el contexto político en el cual se mueven, por lo que intentan integrar y normalizar sus visiones en favor de la mujer a traves de sus líricas.
Esta lucha ha sido verbalizada y manifestada por la Colectiva Feminista en Construcción, grupo que elevó el reclamo a La Fortaleza y al gobernador Ricardo Rosselló Nevares, y a quienes Las Bellaqueens expresaron su solidaridad.
Las Bellaqueens, grupo de trap femenino. En la foto durazno, Baby Salad y Museo. (Nahira Montcourt / NotiCel)