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Opiniones

Cuando el Día de las Madres duele

El Día de las Madres no es solo de celebración. También puede ser un día de memoria, de pausa y de fortaleza silenciosa", expresa la psicóloga clínica Bárbara Barros Cartagena.

La Dra. Bárbara D. Barros Cartagena es psicóloga clínica y conferenciante sobre temas de salud mental.
Foto: Suministrada

Este domingo se celebra el Día de las Madres. Las redes sociales se llenarán de flores, fotos y homenajes. Para muchas personas, será un día de alegría. Pero para otras —más de las que imaginamos— es un día que llega con un nudo en la garganta, un vacío en el pecho y un silencio difícil de explicar.

Pienso en quienes, como yo, han soñado con ser madres y han tenido que enfrentar, año tras año, la dura realidad de la infertilidad. Es un duelo silencioso, una mezcla de esperanza y desilusión que se repite. Y en días como este, ese dolor se intensifica al ver que el mundo celebra lo que uno tanto anhela.

También pienso en quienes han perdido a sus madres, en quienes crecieron sin una figura materna, en quienes tienen relaciones complejas o distantes con sus madres, o en quienes, por la razón que sea, no tienen este domingo a quién abrazar o a quién llamar. Para todos ustedes, para todos nosotros, esta columna es un abrazo desde el alma.

Quiero decirte, con toda la honestidad de alguien que también ha tenido que encontrarle sentido a este día desde el dolor, que está bien no querer celebrar. Está bien si decides apagar el celular, evitar las redes, ni asistir a reuniones familiares, y solo quieres dormir, leer, caminar en silencio, o llorar. Porque tu experiencia y lo que sientes es válido, y tu dolor merece espacio y respeto. Nos enseñan que hay fechas que "deben" de celebrarse, como si el calendario pudiera imponerse sobre nuestras emociones y deseos. Pero nadie debería sentirse obligado a celebrar algo que le duele, ya que validar y respetar nuestros sentimientos es una forma de autocuidado.

Si estás buscando formas de sobrellevar este día, aquí te dejo algunas que te pueden ayudar y que me han ayudado:

  • Permítete sentir sin juzgarte: No hay emociones correctas o incorrectas. Tus emociones son válidas y reflejan lo que estás viviendo.
  • Rodéate de personas que respeten tu espacio y sentir: A veces, un solo mensaje de “aquí estoy” hace la diferencia. Procura tener a tu alrededor personas que sumen a tu bienestar.
  • Planifica para ese día: Si bien es cierto que no tenemos control de todo, planifica para ese día hacer cosas que te traigan calma.
  • Desconéctate si es necesario: Las redes sociales pueden ser abrumadoras, por lo que está bien tomar una pausa y no estar disponible.
  • Recuerda que no estás solo(a): Aunque no siempre se vea, hay muchas personas sintiendo lo mismo.

Recuerda que, aunque sentirnos así está bien, las personas no estamos destinadas a quedarnos a vivir en el dolor. Validar no significa resignarnos, por lo que el buscar ayuda profesional, como la terapia psicológica, no es señal de debilidad, sino un acto de valentía y de amor propio. A pesar de las circunstancias, todas las personas merecemos vivir en bienestar, sanar, y vivir una vida que valga la pena, incluso con las adversidades y el dolor.

El Día de las Madres no es solo de celebración. También puede ser un día de memoria, de pausa y de fortaleza silenciosa. En esta diversidad de experiencias, hay espacio para todas las personas. Por tal razón, a ti que este domingo cargas con una ausencia, un anhelo, una herida, te acompaño con palabras de solidaridad y esperanza. Desde lo más profundo de mi corazón, deseo que encuentres de serenidad y de paz en medio del dolor.

Y a quienes con su entrega, amor y compromiso definen la palabra “Mamá”, feliz día de las madres y gracias por hacer del mundo un lugar más humano.