No todo es cuestión de voluntad
La sicóloga clínica Bárbara Barros Cartagena comenta sobre la salud mental, la motivación y la voluntad.
Con frecuencia escuchamos frases como: “Si quieres, puedes”, “Todo depende de tu actitud”, o “La clave está en la voluntad”. Y sí, la disciplina, el esfuerzo y hasta los sacrificios juegan un rol importante cuando buscamos alcanzar metas o cambios en nuestra vida. Pero como psicóloga clínica, confieso que me preocupan los mensajes que reducen todo a eso, como si la salud mental no tuviera un peso enorme en nuestro funcionamiento y en lo que podemos lograr.
¿Qué le decimos entonces a quienes viven con depresión, ansiedad, u otra condición, o que enfrentan alguna dificultad que impacta directamente su ánimo y funcionamiento diario? ¿Que están “mal” simplemente porque no quieren estar bien? ¿O que dichos mensajes solo aplican a quienes se sienten bien? Esa visión no solo es injusta, sino que perpetúa el estigma de que la salud mental es una debilidad y que pedir ayuda profesional equivale a fallar. Nada más lejos de la realidad, porque en la vida hay muchas situaciones que no se reducen al simple hecho de querer y que nos recuerdan que “no todos estamos en el mismo bote”.
Hay quienes navegan en un yate con todas las condiciones a su favor; otros en un bote sencillo; algunos apenas nadando; y otros simplemente tratando de mantenerse a flote. Ignorar esas diferencias y reducir el éxito o el bienestar a pura voluntad es desconocer que no todos partimos del mismo lugar ni contamos con los mismos recursos emocionales, de apoyo o económicos, entre otros.
Además, existe evidencia científica que demuestra que el estado de ánimo, la motivación y la capacidad de concentración están directamente relacionados con la salud mental. No se trata de excusas, se trata de reconocer que el bienestar psicológico es parte esencial del funcionamiento humano. Decirle a alguien que atraviesa una depresión que “solo le ponga actitud y voluntad” es tan inútil como decirle a alguien con neumonía que respire más fuerte.
Ahora bien, eso no significa que la motivación sea mala o que los mensajes de superación carezcan de valor. Al contrario, pueden ser inspiradores y generar acción. Lo que sí debemos procurar es que esos mensajes reconozcan la importancia de la salud mental y no invaliden las experiencias de quienes están en circunstancias más complejas.
Además, es necesario reconocer que buscar ayuda psicológica no es reflejo de fracaso o debilidad. Al contrario, es un acto de valentía, de autocuidado y de compromiso con nuestro bienestar y hasta con el de quienes nos rodean. Reconocer que la voluntad es importante, pero que no lo es todo, nos permite ser más empáticos, más responsables y más humanos en la forma en que hablamos de metas y logros. Recordemos que la motivación inspira, pero la salud mental sostiene.
Así que la próxima vez que pensemos en motivar a alguien —o a nosotros mismos— recordemos que no todo se reduce a falta de voluntad. La salud mental importa, y darle el lugar que merece es un paso fundamental para construir un verdadero cambio.
* La Dra. Bárbara D. Barros Cartagena es psicóloga clínica y conferenciante especializada en salud mental. Es profesora e investigadora en la Ponce Health Sciences University, en donde dirige el BRAVE Lab., un grupo de investigación enfocado en psicología de la salud y la salud mental de las mujeres.