El agente de la Policía que protagonizó un confuso incidente en el que su esposa resultó muerta por un balazo de su arma de reglamento había sido objeto de al menos dos demandas por violencia y uso excesivo de la fuerza, conducente a muerte, en el desempeño de su deber.

Ayer, lunes, el agente Abdel Morales de León se convirtió en sujeto de una investigación por sus pares despues de que su esposa muriera tras recibir un balazo en el abdomen, disparado desde su propia arma de reglamento, el domingo en la noche en un negocio de Trujillo Alto.

Según el director del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Carolina, Carlos Nazario, los investigadores parten de la premisa de que hubo un forcejeo entre Betty Morales, de 45 años, y su esposo que resultó en el balazo en el abdomen con el arma de reglamento de Morales de León. El forcejeo habría sido porque un individuo le estaba profiriendo improperios a la mujer.

Pero de ahí, las teorías se bifurcan. Por un lado, se mira si la mujer quería agarrar el arma a su esposo, por el otro si quería evitar que este la usara contra el hombre. El agente, adscrito a la División de Tránsito de Humacao y que en 2013 fue premiado como uno de los valores de esa región policiaca, estaba fuera de horas laborables.

'Surge un incidente, que vamos a tratar de delinear cuál fue el incidente que ocurre en ese momento. Ella resulta herida de bala, presumiblemente con el arma de su esposo, del compañero agente', dijo Nazario.

Sin embargo, no es la primera vez que Morales de León se encuentra involucrado en una investigación por despliegue de fuerza. Hay por lo menos dos acciones legales en su contra por uso ilegal de la fuerza. Una se resolvió mediante retiro voluntario de la parte demandante y en otra el agente fue absuelto por un jurado.

El caso retirado por la parte demandante fue por la muerte a balazos de Nelson Santiago Rivera, de 21 años e hijo de un policía, la noche del 4 de agosto de 2007 en Las Piedras. Según la demanda, Morales de León disparó al joven entre cuatro a seis veces aún despues de tenerlo bajo control tras detenerlo por un altercado en una fiesta realizada en dicho municipio.

El episodio ocurrió una semana antes de que el agente Javier Pagán asesinara a sangre fría al ciudadano Miguel Cáceres en Humacao, en un evento que estremeció al país cuando quedó capturado en video. Con Pagán, estuvo el policía Carlos Sustache. La noche en que Morales de León disparó y mató al joven Santiago Rivera, tanto Pagán como Sustache estaban con Morales de León en la escena. Este caso federal terminó cuando el demandante radicó un retiro voluntario de la acción legal.

El retiro fue sin perjuicio para Morales de León, lo cual implica que podría volver a ser imputado en una acción civil sobre estos hechos.

Por otro lado, Morales de León tambien fue acusado de violación de derechos y uso excesivo de la fuerza por Rafael Orellana Díaz junto a otro grupo de policías en el Tribunal Federal. Un juez desestimó todos los cargos, excepto el relacionado a uso excesivo de la fuerza, el cual sometió a la consideración de un jurado. El 24 de junio de 2002, el jurado encontró culpable al codemandado Rolando Roldán Ortiz, pero absolvió a Morales de León.