Listo el caso Martínez-Bravo
Los abogados defensores del senador Hector Martínez y el empresario Juan Bravo decidieron hoy no presentar nuevas pruebas o testigos en el juicio por corrupción que se lleva a cabo en el Tribunal federal de San Juan y el magistrado Francisco Besosa citó al jurado para el próximo viernes para escuchar los últimos alegatos de la defensa.
El abogado de Martínez, Abbe Lowell, señaló esta tarde supuestos defectos de ley que alegadamente impedirían que se pueda determinar la culpabilidad de su cliente en cuanto a los cargos por viajar y utilizar el comercio interestatal para cometer un delito.
Lowell defendió que la Fiscalía tampoco había probado su jurisdicción con respecto a que se malversaron fondos federales y aseguró que en los hechos imputados no estuvo envuelto dinero público alguno.
El letrado insistió en que la fiscalía en todo caso probó transacciones imputables por valor de no más de $5,000 (pagados por Bravo en concepto de viaje a Las Vegas, hotel y una cena), la mitad de la cantidad que necesita la Justicia federal para establecer su jurisdicción.
Tampoco se ha probado, según Lowell, que las invitaciones de Bravo a Martínez tuvieran una relación directa de intercambio de favores y que las evidencias presentadas por la fiscalía son circunstanciales.
Por su parte, el abogado de Bravo, David Chesnoff, defendió que no se ha probado que los proyectos impulsados por Martínez fueran a proveerle beneficios al empresario y aseguró que algunos testigos presentados por la Fiscalía carecían de credibilidad y eran parte interesada, como Néstor Medina, de Loomis Fargo, quien testificó que una de las medidas hubieran dejado a Ranger American, que presidía el empresario imputado, con el monopolio de la seguridad en Puerto Rico.
Chesnoff aseguró que Bravo no pretendía hacerse rico con las medidas, sino que eran para beneficio de la comunidad, por lo que habría que felicitar al empresario por ser un buen ciudadano.
Por su parte, el fiscal Peter Koski, aseguró que la evidencia que demuestra la culpabilidad de los imputados es 'abrumadora' y que si hay mucha prueba circunstancial, también hay 'evidencias directas' como que Bravo llevó a Martínez a Las Vegas y le pagó el hotel y los boletos de 1,000 dólares de una pelea de boxeo, así como que Martínez impulsó los proyectos que ha Bravo le interesaban y que lo invitó a participar en las vistas legislativas que se celebraron sobre las medidas, que nunca se convirtieron en ley.
'No es suficiente', insistió Lowell reiterando que Koski pretendía probar las imputaciones en general, pero que no había probado los cargos uno a uno particularmente.
Luego del receso del mediodía, el juez Francisco Besosa entró a sala a la 1:11 pm con varios periódicos bajo el brazo, e indicó que se acepta como prueba contra el senador Martínez la transcripción de su declaración ante un Gran Jurado, en 1999, en el caso por soborno contra el ex legislador convicto por corrupción, Freddy Valentín.
La prueba finalmente no fue leída, sino que se instruyó por estipulación, explicó el Juez al jurado.
Se trata de establecer con esta prueba que Martínez sabía que aceptar pagos por sus favores legislativos es ilegal, y que si aceptó ir a Las Vegas a cambio de impulsar proyectos que beneficiarían a Bravo, incurrió en un acto ilegal a conciencia y no por desconocimiento de la Ley.
Por la mañana, el juez Besosa convocó a la fiscalía y a los abogados Martínez y Bravo para discutir sobre mociones no especificadas.
Tras permanecer poco más de una hora reunidos, los fiscales y los abogados de la defensa salieron súbitamente de la sala.
Y sin más explicaciones, los fiscales salieron del Tribunal federal en Hato Rey mientras los imputados entraron en una sala de reuniones con sus abogados.
Chesnoff indicó que la sesión continuaría al mediodía.
Lowell dijo a periodistas que está 'satisfecho con nuestros argumentos, estamos tratando de que todos tengan un juicio justo'.
Luego se supo que las partes evaluaron si Fiscalía podía presentar en sala la citada transcripción del Gran Jurado de 1999 que posteriormente fue aceptada como evidencia por Besosa. En este sentido la defensa logró su propósito de que la transcripción se estipulara y no se leyera en sala ante el jurado.
Hasta la sala donde se enjuicia a Martínez y Bravo por corrupción, llegaron esta mañana Norma Burgos, Aníbal Vega Borges, Mayita Meléndez, Luisito Vigoreaux, Luis Berdiel, Ramón Luis Rivera, padre, entre otros, para apoyar a los acusados. Por la tarde, asistió la senadora Lornna Soto.