Exasesor de De Castro Font testifica en caso federal contra Juan Bravo y Héctor Martínez
El desfile de prueba en el caso federal por corrupción contra el exsenador Hector Martínez y el expresidente de la compañía de seguridad y acarreo Ranger American, Juan Bravo, inició el jueves con el interrogatorio del exayudante del exconvicto legislador, Jorge de Castro Font.
Carlos Díaz de Hostos fue asesor y secretario de campaña de de Castro Font por un plazo de 19 años, tiempo en el que fue participe de varias ilegalidades cometidas por el entonces senador del Partido Nuevo Progresista (PNP).
A preguntas del fiscal Peter Koski, Díaz de Hostos afirmó que fue quien endosaba, so pena de perjurio, los estados financieros del comité electoral del entonces senador, cuyos donativos en efectivo no eran identificados por nombre.
De mismo modo admitió que recibía la cuantía de gastos incurridos por parte de De Castro Font, sin antes constatar que dichos gastos fuesen correctos. En esa misma línea indicó que en ocasiones el exlegislador anotaba dentro el desglose de gastos reembolsos a su equipo de trabajo, pero al estos recibir sus cheques los giraba para que después el retuviera el dinero en efectivo.
Los hechos de corrupción que pesan contra Martínez y Bravo ocurrieron en mayo del 2005, cuando ellos, de Castro Font y Díaz de Hostos viajaron a Las Vegas para asistir al penúltimo combate del boxeador Félix 'Tito' Trinidad contra Ronald 'Winky' Wright en el hotel MGM Grand.
Según la teoría de fiscalía, Bravo costeó los gastos de viaje y del boleto de la pelea a Martínez y de Castro Font a cambio de la aprobación expedita de dos proyectos de ley: el P del S 471 para regular y establecer multas a agencias de seguridad y el P del S 410 para establecer el Código para la Protección y Seguridad de Visitantes, Empleados e Inquilinos de Centros Comerciales. Ellos alegan que estas medidas fueron solicitadas y desarrolladas directamente por el propio Bravo para servir sus intereses.
Según Díaz de Hostos, un contratista que identificó como 'Tato' Lebrón, cuyo nombre de pila es Filiberto, relató que este pagó por su vuelo a Las Vegas con unos dos meses de anticipación, aunque señaló estuvo separado de De Castro Font durante el viaje y en la estadía en Las Vegas.
En sala, detalló que él se hospedó en el Hotel New York, New York, 'con vista a los compresores del aire acondicionado', mientras de Castro Font estuvo en el Mandalay Bay Resort and Casino en una habitación lujosa en los pisos más altos de la estructura.
El asesor esperó la llegada de de Castro Font en la entrada del Mandalay Bay e indicó que llegó en una limosina acompañado de Martínez y Bravo.
Esa noche, él, de Castro Font, Martínez y Bravo cenaron en el MGM Grand. A preguntas de Abbe Lowell, abogado de Martínez, Díaz de Hostos dijo recordar que bebieron bebidas alcohólicas, pero expresó que no recordaba si otras personas estuvieron presentes en esa cena y negó que en ese momento hayan discutido los proyectos 410 y 471. No obstante, a preguntas del fiscal afirmó que Bravo pagó por la cena, y los dos senadores no aportaron para pagar.
Al ser abordado por la defensa legal de Bravo, el licenciado Reid Weingarten, el testigo validó las firmas de De Castro Font en las facturas del cuarto suyo y el de Bravo, pagados con la tarjeta de crédito del entonces legislador. Del mismo modo, Díaz de Hostos admitió que en ocasiones de Castro Font lo enviaba a pagar sus facturas con dinero de su comité de campaña, recoger sus hijos de la escuela e intimidar y presionar donantes a petición de él.
Díaz de Hostos renunció a ser asesor de de Castro Font en el 2008 al recibir un acercamiento por parte de las autoridades para cooperar en el caso de corrupción en su contra, que culminó con la convicción del exlegislador.
La fiscalía presentó como prueba una conversación telefónica que Díaz de Hostos sostuvo con Bravo, y que fue interceptada y grabada por las autoridades, en la que el empresario se quejó de que no podía conseguir a de Castro Font para advertirle que es blanco de investigación. En esa misma conversación le reveló a Díaz de Hostos que también lo estaban velando.
Fiscalía federal trajo dos testigos más el jueves, Antonia Vélez – secretaria de Bravo en Ranger American – y Sara Rodríguez – directora de la División Legal de la Oficina del Contralor Electoral (OCE). A preguntas de la fiscal Deborah Mayer, Vélez afirmó que tenía una relación de amistad con Bravo y que este fue padrino de su nieta, pero desconocía si él y Martínez se reunían o si tenían una amistad.
Rodríguez, por su parte, respondió una singular pregunta del fiscal Koski: si un funcionario puede recibir donativos en cheque, lo que respondió en la afirmativa, culminando así su interrogatorio.
Antes de culminar los procesos por el día, Koski presentó como prueba cinco cheques emitidos por Bravo como donativos políticos. Uno de $2 mil en el 2004 para el entonces alcalde de San Juan, Jorge Santini; uno de $1,000 en el 2004 para el entonces candidato a la gobernación, Pedro Rosselló; uno de $1,000 en el 2004 para el entonces candidato a la gobernación, Aníbal Acevedo Vila, uno de $1,000 en el 2004 para el Partido Popular Democrático; y uno de $200 en el 2003 para el Comité de Amigos Peter Moller.
El caso reanudará mañana a las 9:00 de la mañana en el Tribunal Federal de Distrito en la calle Chardón.