Momento inoportuno para pedir la estadidad
La actual crisis económica que enfrenta el gobierno de Puerto Rico -con una petición de quiebra- y un Congreso estadounidense dominado por los republicanos hacen de este momento histórico el menos apropiado para persuadir a Washington de convertir la Isla en el estado 51 de la nación.
Aún así, el gobierno puertorriqueño ha prometido intentarlo de todas maneras.
La situación actual de la Isla y su histórica lucha por la autodeterminación política fue recogida en un artículo publicado por el prestigioso diario
The New York Times y escrita por el periodista Richard Fausset.Un vigoroso empuje a favor de la estadidad fue el eje central de la campaña política de Ricardo Rosselló, quien se convirtió en gobernador en enero y desde entonces ha propuesto varias estrategias.Una de ellas, dice el artículo, es el plebiscito pautado para el 11 de junio que al fin y al cabo no es vinculante y que se da en el marco de una crisis económica que ha provocado congelamiento de salarios, disminución de pensiones y aumentos en los costos de salud.Rosselló y sus aliados aseguran que con la estadidad vendrán más inversiones en infraestructura que creará nuevos negocios y mejorará la economía. Además, con el estatus actual, los más de tres millones de puertorriqueños residentes en la Isla carecen de los derechos políticos, sociales y económicos que sí tendrían bajo la estadidad.Y la campaña a favor de la estadidad para el plebiscito ha sido constante. Pero resalta que Rosselló y su Legislatura fueron electos con solo el 42% del voto y que los otros partidos existentes han anunciado un boicot contra el plebiscito.Los sentimientos de los boricuas en cuanto a Estados Unidos son complejos. El artículo recuerda que Puerto Rico fue un botín de guerra de la Guerra Hispanoamericana y que la cultura hispana ha estado conviviendo con el deseo y la compatibilidad con un proyecto amplio de americanismo.El plebiscito es solo una etapa más.