La primera mujer en ocupar el cargo de jueza asociada y jueza presidenta del Tribunal Supremo de Puerto Rico, Miriam Naveira Merly, falleció hoy.

'[F]ue una mujer vanguardista y valiente, que abrió brechas que aún resuenan. Su lucha para lograr la igualdad y el empoderamiento de las mujeres es la esencia de su legado. Hoy significo mi admiración y gratitud por su servicio a nuestro País y, sobretodo, por superar las barreras que, en gran medida, hoy me permiten continuar su legado', expresó la actual jueza presidenta, Maite D. Oronoz Rodríguez.

Naveira Merly comenzó su carrera profesional como oficial jurídico en el Tribunal Supremo, primero del entonces Juez Asociado, Lino Saldaña y luego del entonces Juez Presidente, Luis Negrón Fernández. Fue la primera mujer en ocupar la posición de Secretaria Auxiliar de Justicia a cargo de Asuntos Antimonopolísticos en 1966.

De 1973 a 1976 fue Procuradora General de Puerto Rico, siendo tambien la primera mujer en ocupar dicha posición. El 11 de junio de 1985 se convirtió en la primera mujer en ocupar el cargo de Jueza Asociada del Tribunal Supremo de Puerto Rico. El 30 de diciembre de 2003 juramentó como Jueza Presidenta del Tribunal Supremo siendo la primera mujer en alcanzar la presidencia de ese foro. Ocupó el cargo hasta su retiro en julio de 2004.

Durante su fructífera carrera Naveira Merly recibió diversos reconocimientos. En 1990 la Universidad de Georgetown, en Washington D.C., le otorgó el grado de Doctora en Derecho Honoris Causa. Honor similar le fue conferido por su Alma Mater, el Colegio Saint Vincent, en 1995. En 1999 el Estado de Connecticut y la Ciudad de Bridgeport designaron el 25 de septiembre de dicho año como el Día de la Jueza Miriam Naveira. En el 2002 el entonces rey de España, Juan Carlos I, le otorgó la medalla Encomienda de Número de la Orden del Merito Civil.

'Las Juezas y los Jueces del Tribunal Supremo expresamos nuestro pesar por su partida y extendemos nuestro abrazo solidario a su familia y amigos. Reciban sus hijos Miriam Matilde y Víctor Arturo Rodón Naveira y sus nietos, Verónica del Mar Rodón Espinosa, Sarah Matilde y Thomas Arturo Mace Rodón y demás familiares, nuestras condolencias y solidaridad, añadió la Jueza Presidenta Oronoz Rodríguez, quien ordenó que a partir del lunes las banderas ondeen a media asta durante cinco días en todas las dependencias de la Rama Judicial en señal de duelo.

Próximamente se brindarán más detalles sobre las exequias fúnebres y los honores póstumos.

La actual jueza asociada del Supremo, Anabelle Rodríguez, la recordó como '[t]enaz, estudiosa, educadora y jurista en el más profundo sentido de la palabra'. 'Doña Miriam fue mi modelo al asumir el cargo de Procuradora General de Puerto Rico --el cual ella ocupó de 1973 a 1976--, y como Juez Asociada del Tribunal Supremo. Su presencia vive en nuestra historia. Su memoria nos acompañará siempre', añadió.

El pasado juez presidente del Tribunal Supremo, Federico Hernández Denton, emitió declaraciones escritas recordando a su colega.

'Durante los 19 años que trabajamos juntos en el Tribunal Supremo soy testigo de su compromiso ejemplar con el país y con la justicia.

Ella fue una pionera del derecho y su presencia en el Tribunal Supremo aseguró que dicha institución tuviera una voz con la perspectiva de la mujer y una visión de equidad sin distinción de genero. Ella siempre fue una persona de avanzada, defensora del derecho de intimidad y los derechos de la mujer al trato equitativo y a no ser discriminada.

Presidió la Comisión para el Estudio del Discrimen por Razón de Genero en los Tribunales que transformó el sistema judicial de Puerto Rico y fue piedra angular en los proyectos para erradicar el discrimen contra la mujer en los propios sistemas judiciales en otros países.

Como compañera siempre respetó los diferentes criterios de los jueces del Supremo y supo conciliar los mismos para suscribir opiniones importantes de derecho de intimidad, los derechos de la mujer en sus múltiples dimensiones, derecho de familia y en el derecho procesal civil.

Su vida fue una inspiración para muchas mujeres que la siguieron en posiciones públicas y en la docencia y para los que trabajaron con ella en la Procuradoría General, en la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana y en el Tribunal Supremo de Puerto Rico'.