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Tribunales

Con impacto político desinflado, se acerca el fin del juicio contra Charbonier

La defensa arremetió contra la credibilidad del informante, a la vez que la fiscalía se inclina a terminar su caso solo con testimonios de agentes del FBI y no sentar a declarar al exalcalde de Cataño, Félix "El Cano" Delgado.

Luis Gierbolini Rodríguez.
Foto: Facebook

El desfile de prueba en el caso de corrupción contra la exrepresentante novoprogresista María Milagros “Tata” Charbonier Laureano podría terminar esta semana sin que la fiscalía llame al banquillo de testigos al exdirector de su oficina legislativa, Jonathan Alemán Arce, ni al excontratista legislativo Luis Gierbolini Rodríguez.

El juicio reanudó el lunes después de una suspensión súbita hace tres semanas. La jueza federal Silvia Carreño Coll pidió disculpas a los jurados y reveló que el 19 de diciembre se le diagnosticó Covid-19 y no pudo ni siquiera ir al tribunal a explicarles las razones para la suspensión.

Los fiscales Jonathan Jacobson, María Montañez Concepción y Kathryn E. Fifield habían anticipado presentar entre 20 a 25 testigos, pero ayer dijeron que presentarían solo tres más, todos agentes del FBI, lo que reduciría el número de testigos a 15. Los abogados de defensa dieron a entender que no presentarían testigos, por lo que la jueza discutió un calendario que implicaría que los argumentos finales y deliberación podrían comenzar jueves.

La confirmación de los fiscales de que Alemán Arce, Gierbolini Rodríguez ni el exalcalde de Cataño, Félix “El Cano” Delgado Montalvo, estaban en su plan de testigos ocurrió después de que el abogado defensor Francisco Rebollo Casalduc atacara la credibilidad de Alemán Arce mediante el contrainterrogatorio que realizó al agente del Negociado Federal de Investigaciones (FBI), Andrew Waltz.

Como parte de las preguntas, el agente le confirmó que Alemán Arce era sujeto de una investigación por trasiego de drogas desde por lo menos 2018, cuando se convirtió en informante. El hombre es actualmente empleado del Departamento de Corrección y Rehabilitación.

Si la fiscalía cierra su caso solo con los tres agentes, deja fuera testimonios directos sobre el esquema de soborno y robo de fondos federales que se le imputa a la exlegisladora y a su esposo, Orlando Montes Rivera. Aparte de agentes y personal técnico de la Legislatura, banca y la Oficina de Ética Gubernamental, los jurados han escuchado a la exdirectora de la oficina legislativa de la acusada, Sheila Mangual Monzón, y a la esposa de Delgado Montalvo, Roxanna Sifre Maldonado, que son del círculo íntimo de Charbonier Laureano.

La primera dijo que le advirtió a la acusada sobre el peligro del dinero mensual que le devolvía la exempleada Frances Acevedo Ceballos y la segunda dijo que Acevedo Ceballos le contó del esquema y que vio cuando esta le dejaba dinero a la exlegisladora. Aunque se declaró culpable, la fiscalía no presentará a Acevedo Ceballos, quien podría hablar de primera mano sobre conversaciones que tuvo con los acusados y de transacciones financieras que hizo para devolverle a su jefa mensualmente $3,000 de los $8,000 que se ganaba como su recepcionista-secretaria.

Al cerrar el desfile de evidencia solo con sus propios agentes investigadores, la fiscalía también minimiza el impacto político del caso.

Se sabe que ambos, Alemán Arce y Gierbolini Rodríguez, fueron cooperadores del FBI que grabaron a otras personas como parte de la investigación. Alemán Arce estaba activo en las dimensiones legislativas y proselitistas del Partido Nuevo Progresista (PNP) e intentó ser candidato a alcalde de Loíza.

Mientras, la vinculación de Gierbolini Rodríguez con el partido ha sido a todos los niveles, incluyendo ser director de algunas campañas, consultor legislativo y trabajar con recaudación de fondos. El FBI podía usar esos testimonios para presentar llamadas encubiertas relativas al esquema de Charbonier Laureano, pero también se abrían a que la defensa los llevara a declarar sobre otras figuras de partido. Waltz le confirmó al abogado de la exlegisladora que en este caso había cientos, si no miles, de interceptaciones telefónicas.

La sesión del lunes la consumieron casi completamente Rebollo Casalduc, abogado de Charbonier Laureano, y Anita Hill, abogada de Montes Rivera.

El abogado reveló que agentes contactaron a Miguel Ortiz Laureano, sobrino de la acusada, para indagar sobre el dinero que ella recibía por cuidar a su tía, con quien vivía. El agente aceptó que no fue hasta ahora que supieron que la acusada incluía esos ingresos en sus informes de Ética.

Rebollo Casalduc explotó también lo inapropiado que resultaba que Alemán Arce, como informante del FBI, tuviera una relación extramarital con Acevedo Ceballos, quien en ese momento era sujeto de la investigación y Waltz le divulgó que en algún punto otro agente amonestó a Alemán Arce por esto.

El agente también fue aguijoneado porque los investigadores habían usado billetes marcados, $1,500 en dos ocasiones, para que Alemán Arce se los pasara a Acevedo Ceballos y esta los pasara a la acusada como parte del esquema pero, sin embargo, los agentes nunca encontraron billetes marcados en posesión de la acusada, aunque sí los encontraron en el apartamento de Acevedo Ceballos cuando lo allanaron.

-“Agente Waltz, ¿los amantes se estaban quedando con el dinero (marcado)?”

-“Todavía estaba en posesión de Frances, sí”.

En el contrainterrogatorio surgió también que la cuenta de banco de Alemán Arce reflejaba varios depósitos en efectivo y que, el 25 de junio de 2019, siendo contratista de la acusada mediante un acuerdo controversial que le generaba $10,000 mensuales, el informante saldó la hipoteca de su casa con un cheque de gerente de $68,454.28.

Las llamadas interceptadas fueron otra área de cuestionamiento.

Waltz admitió que, aunque la investigación era sobre supuestos crímenes de su clienta y Alemán Arce estaba grabando de manera encubierta, nunca fue a donde ella a provocar discusión sobre los delitos. El agente admitió que las llamadas que puso en una presentación al jurado como que estaban relacionadas con transacciones del esquema pudieron haber sido sobre cualquier cosa porque no fueron interceptadas, así que no saben lo que las personas hablaron. Solo saben que hubo una llamada.

Hill concentró su contrainterrogatorio en desvincular a Montes Rivera de las cuentas de banco del esquema e insistió en que, cuando el agente sometió una declaración jurada en junio de 2020 para sustentar el allanamiento del apartamento de la exlegisladora, resaltó varias veces que no tenían prueba de que el esposo de la acusada, o su hijo, fueran participantes conscientes del esquema.

La abogada usó al agente para presentar al jurado una nota de Charbonier Laureano escrita a puño y letra, y encontrada durante el allanamiento, en la que esta le dice a su esposo que “así va a hacer” (sic) y le enumera un aparente plan de separación que incluía refinanciar una propiedad en Cubuy, pagar deuda del Seguro Social con ese ingreso, viajar “donde (ella) quiera”, usar $13,300 para lo que ella quiera y transferir la titularidad de otra propiedad a él junto a los dos hijos porque “no confío en ti”.

Waltz asintió que eso denotaba vidas separadas y finanzas separadas pero no contestó cuando le preguntaron si esa lista denotaba quién llevaba "los pantalones" en la casa porque la jueza lo detuvo al considerar que eso sería una opinión, en vez de testimonio basado en conocimiento personal.

Carreño Coll concedió un punto crucial a la defensa de Montes Rivera cuando no permitió al fiscal Jacobson decir que el hombre había “enterrado” dinero cuando visitó a Mangual Monzón después de enterarse de la investigación.

Aunque lo del dinero “enterrado” provocó titulares y todavía se repite en la discusión pública del caso, la realidad es que solo la fiscal Fifield dijo en su argumento inicial que el dinero había sido “enterrado”. Lo que dijo Mangual Monzón fue que el hombre tenía dinero metido en un termo y que lo dejó escondido en un pastizal cercano a su hogar. “Necesito clarificar que las palabras reales fueron las otras y no que enterró”, dijo la jueza.

Al intentar reencaminar el testimonio de Waltz, el fiscal Jacobson lo llevó a explicar que cuando sometió la declaración jurada hablando de la falta de culpabilidad de Montes Rivera fue antes de que tuvieran acceso a mensajes como el que este envió a Acevedo Ceballos dándole instrucciones sobre cómo depositar dinero en la cuenta bancaria que estaba a su nombre y antes de conocer la declaración de Mangual Monzón.

Además, que localizar billetes marcados no era la prioridad de la investigación, que no detectaron evidencia de que Acevedo Ceballos estuviera dando dinero a Alemán Arce y que la presentación que preparó era solo para enfocar en algunas de las transacciones en el esquema.

Los tres agentes del último tramo de testigos de fiscalía serían Miguel Rodríguez, Pablo Velázquez y Juan Carlos López.

Vea:

Informante en caso Charbonier tenía control absoluto de su oficina y ambición política

Periodista y abogado con 25 años de experiencia. Cofundador, o miembro de los equipos fundadores, de NotiCel, el Centro de Periodismo Investigativo, Red 96, Primera Hora y El Nuevo Día Interactivo.