Vaquero digital al frente de un fraude de $650 millones estafó también en PR
El FBI busca información de víctimas a los que les prometieron retorno de inversión de 300% en esquema piramidal parte del “Reyno del Éxito”.
Puerto Rico fue la jurisdicción federal en la que el Departamento de Justicia canalizó la acusación criminal por el esquema piramidal OmegaPro, que lleva levantando cuestionamientos alrededor del mundo desde hace más de dos años y al que se responsabiliza por una estafa con criptomonedas que va por $650 millones.
Los acusados en el pliego revelado el miércoles por la fiscalía federal en la isla son Michael Shannon Sims, de 48 años, fundador de OmegaPro, y Juan Carlos Reynoso, de 57 años, con ciudadanía dual estadounidense-peruana, y quien fungía como director de operaciones en América Latina y Puerto Rico.
El esquema es solo la versión más reciente de un mismo tipo de estafa que ha tenido múltiples otros nombres, como AirBit Club, Crypto World Evolution, IcomTech y TeaMiner, uno que se estaba desarrollando como secuela de OmegaPro. Los gobiernos de Europa, África, Estados Unidos y América Latina han reportado víctimas en sus países. Un informe sostiene que hay al menos tres millones de víctimas. La fiscalía señaló que Reynoso reclutó inversionistas en Puerto Rico mediante videoconferencias y un video grabado en Dubai.
Reynoso ha sido la cara del esquema en cuanto a promoción y búsqueda de clientes y en la mira investigativa de las autoridades, como las mexicanas, que lo detuvieron en 2023 bajo sospecha de haber lavado dinero para el Cartel de Jalisco Nueva Generación. El hombre dio un giro a su apellido para conceptualizar su negocio como “El Reyno del Éxito” y parte de la información que se usa en el pliego acusatorio son múltiples mensajes en sus redes sociales en los que ostenta lujos, vehículos deportivos y estadías en destinos exóticos alrededor del mundo.
Aunque el caso criminal es por OmegaPro, los argumentos que la fiscalía llevó al juez Raúl Arias Marxuach para lograr la detención de Reynoso sin fianza señalan otras conductas retantes de la ley.
El año pasado, Reynoso pagó a traficantes para que llevaran ilegalmente a Florida a su novia colombiana, Mary Capacho Ullon, y a una prima peruana. Al momento de su arresto el 30 de junio pasado en el aeropuerto de Miami, Reynoso tenía un pasaporte estadounidense, pero había salido de Estados Unidos con un pasaporte peruano que no se localizó entre sus pertenencias. La dirección residencial que le dio a las autoridades es una propiedad en Miami Beach que está a la venta por $2.19 millones. Dijo también que ganaba entre $15,000 a $25,000 mensuales, pero los récords de OmegaPro reflejan que al menos $11 millones de las víctimas del esquema se habían transferido a cuentas bancarias personales de Reynoso. Dijo que tenía solo una cuenta de banco, pero se le ocuparon tarjetas de crédito de otras cuentas y tarjetas que le permiten retirar dinero en cajeros automáticos exclusivos de criptomonedas.
Más directamente relacionado con el esquema, Reynoso tiene otro caso federal en Puerto Rico, un desacato civil, porque no le entregó al gobierno cuentas de Bitcoin para las que tenían una orden de incautación e, incluso, movió el dinero digital para colocarlo fuera del alcance del gobierno. El hombre nunca disputó la propiedad de las criptomonedas y el 14 de abril pasado el juez Francisco Besosa Stubbe lo encontró incurso en desacato, imponiéndole una multa que Reynoso no ha pagado y que va por $1.1 millones.
Como su argumento es que Reynoso representa un riesgo de fuga, los fiscales añadieron que realizó 68 viajes a 21 destinos internacionales distintos entre 2020 y 2025, y que uno de sus socios en OmegaPro, el sueco Andreas Szakacs se cambió el nombre a “Emre Avci” y se hizo ciudadano turco, país que no extradita a sus ciudadanos a los Estados Unidos. Szakacs y Dilawar Singh, un alemán que reside en Emiratos Árabes Unidos, están mencionados como coconspiradores en el pliego acusatorio.
“El perfil de Reynoso en las criptomonedas demuestra acceso a recursos financieros sustanciales, conocimiento sofisticado de los sistemas financieros internacionales y la capacidad para transferir fortuna a través de fronteras”, señala la moción del gobierno.
OmegaPro es objeto de reseñas en varios países desde hace años particularmente desde que sufrieron un supuesto “hack” en sus sistemas de información. Eso fue en noviembre de 2022 y, desde entonces, ninguno de sus clientes ha visto un centavo de su inversión. Además de ostentar lujos, el esquema se usaba utilizando endosos de futbolistas famosos, en eventos de carros de carrera y proyectando el logo de la empresa en el edificio Burj Khalifa, el más alto del mundo, en Dubai, lo que usualmente no sucede sin el permiso del gobierno de Emiratos Árabes Unidos y, de hecho, el príncipe heredero Hamdan bin Mohammed bin Rashid Al Maktoum participó del evento.
“Este caso expone la despiadada realidad de los delitos financieros modernos”, dijo en un comunicado Guy Ficco, jefe de la División de Investigación Criminal del IRS (IRS-CI). “OmegaPro prometió libertad financiera, pero trajo la ruina financiera: robó más de 650 millones de dólares a personas comunes y los desvaneció en moneda virtual. No se trataba de simples estafas; eran traiciones minuciosamente planificadas”, añadió.
Sims y Reynoso enfrentan un cargo de conspiración para cometer fraude electrónico y un cargo de conspiración para lavado de dinero. Se exponen a pena máxima de 20 años. Las autoridades pidieron a todos los que entiendan que pudieron haber sido víctima de este esquema a que visiten el sitio web de Víctimas y Testigos del FBI en forms.fbi.gov/victims/omegaprovictims o al correo OmegaProVictims@fbi.gov
Uno de los reclamos que hacía OmegaPro para reclutar clientes era que, por su naturaleza digital, la inversión en criptomonedas estaba fuera del alcance de gobierno alguno.
Para leer la acusación y la moción de detención sin fianza, pulse aquí.