La Junta de Control Fiscal (JCF), ente que principalmente promueve recortes a la Universidad de Puerto Rico (UPR) como parte de los ajustes fiscales que alegan, son necesarios en la isla en medio de un proceso de quiebra, se mostró preocupada por la acreditación que pudiera poner en juego el futuro de la principal institución educativa del país.

Pese a que el Plan Fiscal que certificó el ente establece recortes de personal, un alza económica en la matrícula y hasta un conglomerado de recintos, que precisamente fueron movidas que levantaron bandera en la Middle States Commission on Higher Education (MSCHE) sobre la acreditación de la institución, la directora ejecutiva, Natalie Jaresko, se reunió hoy, viernes, con el presidente de la UPR, Jorge Haddock, para 'mostrar su compromiso' para con la institución.

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'Siendo la principal institución academica del Estado, la UPR juega un rol importante en la sociedad y economía de Puerto Rico. Es crucial para esta universidad y sus estudiantes mantener su acreditación y continuar ofreciendo la misma calidad de educación', expuso Jaresko en declaraciones escritas remitidas tras el cónclave.

La MSCHE catalogó a los 11 recintos y unidades de la institución en un estado de 'mostrar causa'. O sea, un estado en el cual la Universidad debe justificar por que su acreditación no se debe retirar.

No obstante, pese a la preocupación que señala Jaresko, tambien discutió la puesta en marcha del Plan Fiscal que justamente, impone recortes de presupuesto, alza en la matrícula a los estudiantes y merma de personal.

'Nuestro compromiso con la universidad es incuestionable, así como con la educación pública', asegura la Directora Ejecutiva de la Junta.

Posteriormente, Haddock cursó una carta en la que sostiene que finalizaron las audiencias ante el pleno de la MSCHE y que a finales de marzo espera recibir noticias positivas sobre la acreditación de los 11 recintos de la UPR.