Lady Gaga no deja pasar una oportunidad para subirse al carro de las portadas de la farándula. Si en la pasada Semana Santa sacó un video vestida para la ocasión de María Magdalena, ayer celebró una fiesta de disfraces con la boda del príncipe Guillermo y la princesa Catalina como motivo y la excéntrica cantante se disfrazó de la Reina Madre.

Gaga quiso poner así el broche final a su gira Monster Ball y los amigos, la familia y el equipo que acompañan a la artista disfrutaron de una fiesta de gala detrás del escenario en la que había banderitas, sandwiches, pollos con mermelada y un cocktail de ginebra servido en una vajilla real, según publica ABC.

Un invitado al evento, según el rotativo, aseguró que Gaga incluso habló con acento londinense.