Vitamina C, la nueva 'fuente de la juventud'
Desde hace años se habla de los beneficios que aporta la vitamina C. Pero los últimos estudios indican que no sólo es buena para combatir y prevenir el catarro, sino que también ayuda a mantener el cuerpo sano por más tiempo, añade años a tu vida y promete ser la clave de la eterna juventud de este siglo.
La vitamina C se requiere para el crecimiento y reparación de tejidos en todas las partes del cuerpo. Es necesaria para formar el colágeno, una proteína importante para mantener la piel saludable, así como en la formación del tejido, los tendones, los ligamentos y los vasos sanguíneos.
Además, es esencial para la cicatrización de heridas y para la reparación de cartílago, huesos y dientes. Esta maravillosa vitamina también contiene antioxidantes, que son nutrientes que bloquean parte del daño causado por los radicales libres que resultan cuando el cuerpo transforma alimentos en energía.
La acumulación delos radicales librescon el tiempo es responsable del proceso de envejecimiento y puede contribuir al desarrollo de diversas condiciones médicas, tales como el cáncer y trastornos inflamatorios como la artritis. Los antioxidantes también ayudan a reducir el daño corporal causado por los químicos y contaminantes tóxicos como el humo del cigarrillo.
Otros beneficios:
- Ayuda a mantener sano tu corazón y todo el sistema cardiovascular.
- Desempeña un papel fundamental en el tratamiento del cáncer.
- Promueve la recuperación rápida de heridas.
- Ayuda a prevenir la fractura de los huesos.
- Contribuye a que el sistema inmunológico funcione correctamente.
- Contrarresta los síntomas de asma y alergias.
- Protege al organismo contra los daños causados por fumar o por la contaminación.
- Previene la diabetes, ya que estabiliza los niveles de azúcar, vigorizando el metabolismo.
Signos de deficiencia de vitamina C:
- Resequedad y formación de horquetillas en el cabello
- Gingivitis (inflamación de las encías)
- Encías sangrantes
- Piel áspera y reseca
- Disminución de la tasa de cicatrización de heridas
- Tendencia a la formación de hematomas
- Sangrados nasales
- Debilitamiento del esmalte de los dientes
- Dolor e inflamación de las articulaciones
- Anemia
- Disminución de la capacidad para combatir infecciones
- Posible aumento de peso debido al metabolismo lento
Qué alimentos la contienen
El cuerpo no fabrica la vitamina C por sí solo, ni tampoco la almacena. Por lo tanto, es importante incluir diversos alimentos que contengan esta vitamina en nuestra dieta diaria. A diferencia de otras vitaminas y minerales que si se ingieren en exceso pueden causar algún trastorno en la salud, la vitamina C no debe causar daños, aún cuando se tome en grandes cantidades. Por supuesto, no se trata de excederse en el consumo de ésta, sino de ingerir la dosis que requiera cada persona.
La mejor forma de obtener el requerimiento diario de vitamina C es consumiendo una dieta balanceada que contenga una variedad de los alimentos. De manera que, una buena idea es tener siempre en la nevera jugo de china natural, preferiblemente hecho en casa, ya que los que venden en el supermercado generalmente están pasteurizados y contienen mucha azúcar.
Todas las frutas y verduras contienen alguna cantidad de vitamina C. Pero entre los alimentos que tienden a tener las mayores fuentes de vitamina C, figura el pimiento verde, las frutas y jugos cítricos, las fresas, los tomates, el brócoli y otras verduras de hoja verde, la papa y el melón. Otras fuentes excelentes son la papaya, el mangó, el melón, la col de Bruselas, la coliflor, el repollo y la piña.
El Consejo Nacional de Investigaciones recomienda 60 miligramos diarios para adultos, pero los requerimientos pueden variar debido a diferencias en peso, cantidad de ejercicio,enfermedades y edad. Además, los períodos de estrés, así como la ansiedad y la fatiga aumentan las necesidades de vitamina C por parte del cuerpo.
En cuanto a la frecuencia de consumo de esta vitamina, los científicos sugieren tomar pequeñas dosis durante el día, en vez de consumir una única grande, porque el cuerpo puede absorber sólo una cantidad durante un tiempo determinado. El momento más propicio es después de las comidas pues es cuando mejor se absorben.
Por otro lado, se ha encontrado que los efectos secundarios o toxicidad de la vitamina C es muy poco común, debido a que el cuerpo no la puede almacenar. Sin embargo, el Comité de Nutrición y Alimentos del Instituto de Medicina no recomienda ingerir cantidades superiores a 2000 mg al día, dado que en dosis altas puede llevar a malestar estomacal y diarrea.
Se recomienda preguntarle a tu médicoqué es lo mejor para ti.