Es casi imposible transitar por la carretera 5 de Naranjito sin divisar a lo lejos las casitas de El Cerro, como puestas en 'collage', formando un hermoso paisaje urbano a la falda de las montañas. Es evidente su presencia, pero por años esta comunidad llena de callejones e inusuales recovecos fue ignorada. Nadie subía por las serpentinas escaleras ni se asomaba por los balcones de las casas, muchas a las que solo se puede llegar a pie. Es que veces hace falta la mirada del artista para ver la belleza que la cotidianidad pasa por alto.

Chemi Rosado es ese artista. 'Estaba caminando por aquí cuando vi la comunidad de frente. Me llamó la atención inmediatamente el modo en que refleja la topografía del lugar, cómo es una montaña todavía', comenta.

Lo que admiró, fue una obra de arte que ya tenía título: El Cerro. Lo que le faltaba, pensó aquella vez, era señalarla con un poco de verde. Así, entre 2002 y 2004, transformó su lienzo con una propuesta de tonalidades de verde que no estuvo exenta de reacciones matizadas por los significados que se le ha dado al color.

'Una vez hablamos de color, (la respuesta) fue política, inmediatamente'. 'Verde? Eso es de los pipiolos, somos penepés', 'Verde es de los homosexuales los jueves' o 'Verde? Esto es un monte ya' fueron algunas de las reacciones con las que Chemi se encontró. Pero rápido, convenció a muchos de que en El Cerro el verde deja de ser pipiolo y todo eso, y pintó decenas de casas en diferentes tonalidades que se combinaban con los colores de la naturaleza que les rodea.

El proyecto trajo a la comunidad a decenas de voluntarios que pintaron las casas de los vecinos y que ofrecieron talleres a niños y adultos. Los residentes comenzaron a ver pasar por sus caminos a gente de afuera, gente que no conocían, pero que pronto comenzaron a saludar y a sentir como de los suyos.

Así, por años, quienes transitaban por las calles cercanas al Cerro veían que las casas se complementaban en color unas a otras. Muchos subieron a preguntar de qué se trataba.

Pasaron los años, la obra se incluyó en varias exhibiciones internacionales y los vecinos comenzaron a pedir de vuelta los talleres y la visita de los voluntarios. Como parte de la campaña publicitaria de NotiCel, 'La verdad sin colores', en la que este medio digital dona los colores de los partidos políticos a los artistas, Chemi está aprovechado todo el verde que no le ponemos a nuestras noticias. Ha echado a un lado el verde 'pipiolo' y ha vuelto a juntar el verde monte, el verde militar y el verde menta para hacer un solo color: verde El Cerro.