Russell Crowe y Zack Snyder, 'padres' del nuevo Superman
Los Ángeles .- 'Man of Steel', producción de 225 millones de dólares que se estrena en EEUU el próximo viernes, tiene varios 'padres', entre ellos Zack Snyder, su creador artístico, y Russell Crowe, su progenitor en la ficción, ambos orgullosos, según dijeron a Efe, de su Superman.
La idea para rodar esta nueva versión se le ocurrió al guionista David S. Goyer durante la escritura del tramo final de 'The Dark Knight Rises'. Aquella noción la compartió con el cineasta Christopher Nolan, quien a su vez colaboró en la redacción de la historia.
Ahí nació el guión del filme que convenció al estudio Warner Bros. para devolver a la gran pantalla al superhéroe más conocido de todos los tiempos, interpretado ahora por Henry Cavill.
Si Goyer y Nolan fueron los padres fundadores del nuevo filme, a Kevin Costner le tocó interpretar a Jonathan Kent, la figura paternal que acogió en la Tierra a Clark Kent, el 'alter ego' por el que se conoce a Kal-El, el último superviviente nacido de forma natural en el planeta Krypton y enviado por su padre biológico a convivir entre los humanos para perpetuar la especie.
Pero son el realizador Zack Snyder y el actor Russell Crowe, quienes poseen mayor peso específico en la película, entre las más esperadas del año.
Colaborar en el proyecto con Nolan, que ejerce también como productor en la cinta, fue 'genial', explicó Snyder, porque el autor de la renovada saga de Batman 'entiende perfectamente lo que implica sentarse en la silla de director'.
'Protegió la visión que teníamos. Le dije que quería hacer la película de una forma muy determinada y se puso manos a la obra para intentar que así fuera', indicó Snyder, quien prefirió rodar toda la película con cámaras tradicionales y hacer posteriormente la conversión a 3D.
'El proceso de conversión es tan bueno actualmente que no sé por qué alguien querría rodar con cámaras 3D. No tiene sentido para mí, me parece una locura', manifestó.
Crowe no es fan del 3D. Y no tiene problemas en admitirlo.
'No me gusta ponerme las gafas', reconoció a Efe. 'Ojalá llegue el día en que podamos verlas sin ellas. Entonces tendría probablemente una experiencia más visceral', agregó.