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Vida

Ignacio Álvarez: padre y madre a la vez

Fue un año fuerte para la familia de Ignacio Álvarez, cuando su esposa fue diagnosticada con cáncer de apendice. Fue un año de múltiples tratamientos y cuidados medicos, de verla debilitándose poco a poco hasta el día de su muerte.

Sin embargo, el papá de cuatro jóvenes adultos pudo aplicarse las palabras de su esposa, en sus últimos días: 'Lo único que quiero que no hagas en tu vida es que te cojas pena'.

Con tal ejemplo de lucha, el padre de María Cristina (27), María Teresa (24), Ignacio Antonio (22), y Pedro Antonio (15) se encargó de asumir el reto que tenía por delante, mientras evaluaba cómo adaptarse al repentino cambio con su hijo menor, que en ese entonces tenía 12 años.

A la nueva realidad se sumó un nuevo puesto, luego de queel señorRichardCarriónle ofreciera ocupar el antiguo puesto de su esposa como Asesor Legaldel Banco Popular de Puerto Rico, tras más de 27 años como abogado en la práctica privada.

'Todo marcha tan rápido que asumes que todo va a continuar más o menos como está, y si viene una cosa así que te cambia la vida, nada te prepara para eso', opinó al asegurar que aún se está adaptando.

Al hablar de su esposa, aún se muestracompungido. (Juan Costa / ParaNotiCel)

Tras el fallecimiento, Álvarez tuvo que llenar una necesidad como madre y padre a la vez. Así fue que comenzó a involucrarse en roles que típicamente no asumía: exploró sus dotes de consejería con sus hijos, comenzó a preocuparse por la compra de ropa al más pequeño, y por la renovación de los enseres del hogar.

'No me sentía preparado para eso y a través de los años la gente asume roles. Podía hablar con los varones de los deportes o con las nenas de la escuela, pero no entraba en conversaciones sobre cosas personales. Ese es un rol que generalmente, no asumía como padre', comentó Álvarez, luego de derribar esas barreras culturales.

El nuevo cúmulo de responsabilidades que tiene como padre le ha provocado una nueva concepción de la paternidad, a la vez que ha experimentado una mayor cantidad de estrés y ha acrecentado su admiración por el esfuerzo diario que asumía su difunta esposa.

'Como abogado he estado en muchas situaciones de presión y creo que estoy acostumbrado a ese tipo de tranques, pero ver a un hijo infeliz o que esté pasando por una incertidumbre o esté enfermo, nadie te prepara para eso', reflexionó.

'Una de las cosas que me ha ayudado mucho a mí es que mis hijos se llevan muy bien entre sí, y con la muerte de la mamá se han unido aún más', agregó el licenciado.

Álvarez tenía 27 años cuando se convirtió en padre, por primera vez. Aunque cada hijo es distinto, en ese momento en que se convirtió en primerizo todo cambió. La rutina y el estilo de vida, tuvieron que ser modificadas.

Aquí muestra una foto de cuando tenía 27 años, junto a su primera hija. (Juan Costa / Para NotiCel)

En ese momento como ahora, recibió la ayuda de su familia inmediata. Su suegra y cuñada aún le tienden la mano, cada vez que necesita irse de viaje por razones de trabajo. Además, permanecen atentas ante las necesidades de la familia.

Esa anécdota lo hace recordar el dicho africano que muy bien podría aplicarse a su vida: 'Para tener éxito se requiere de la ayuda de toda una aldea'. Y es que el apoyo de sus compañeros de trabajo y familiares nunca le ha faltado en todo el proceso de adaptación y sanación, luego de 27 años de matrimonio.

Ahora el cuidado es recíproco. Después de tantos años de atenciones hacia los hijos, ahora ellos son quienes se preocupan por su salud. 'Eso pasa según uno se va poniendo mayor', mencionó entre risas.

Como padre de cuatro, una de las cosas más importantes que destaca del proceso de crianza es respetar la diversidad. 'Uno tiene que tener cuidado como papá de no tratar que cada hijo sea igual. Si hay algo que tienes que preocuparte, es por respetar sus diferencias', comentó, mientras halagabacómo algunostiran hacia las artes, mientras otros se destacan en los deportes o el área académica.

'Lo más grato (de la paternidad) es poder verlos crecer como ciudadanos de bien y personas con un corazón grande, que van a salir a la sociedad a hacer un bien, en lugar de un mal', puntualizó.

Ignacio junto a sus hijos Pedro Antonio, María Cristina, María Teresa e Ignacio Antonio. (Suministrada)

El asesor legal del Banco Popular tiene cuatro hijos entre las edades de 27 y 15 años. (Juan Costa / Para NotiCel)
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