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Sotomayor: ?Amo a la UPR?

Sotomayor: ?Amo a la UPR?

Como si le hubiese caído un rayo, describió Sonia Sotomator la oportunidad de ser a primera jueza de ascendencia puertorriqueña en ocupar el puesto 119 en el Tribunal Supremo de los Estados Unidos, durante un conversatorio en la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico.

Luego de un breve intento de hablar en español ante un centenar de estudiantes, la jueza inició su relato en inglés con anécdotas de los días en los que vivía en los "projects" del Bronx, días en los que descubrió que existían abogados y jueces porque los veía en la televisión.

"Desde que tenía 10 años nunca pensé en ser otra cosa... Antes de entrar a universidad hice una lista de mis fortalezas y mis debilidades. No puedo cantar, bailar o dibujar así que el arte no es lo mío...Era buena en las ciencias y en las matemáticas, pero no me emocionaban...Las preguntas filosóficas eran las que hacían que mi cabeza diera vueltas por horas...", contaba con voz suave una risueña Sotomayor.

Aunque recalcó la importancia de soñar en grande, la jueza dijo que llegar a ocupar un asiento en el Tribunal Supremo los Estados Unidos nunca estuvo entre sus planes y en consecuencia "planeó su vida diferente". Sobre sus inicios como fiscal, y luego jurista de derecho civil y empresarial, Sotomayor dijo que en su carrera ha aceptado cada trabajo que le pueda enseñar algo. La magistrado dijo que en el ejercicio de la ley, el gobierno ocupa una mitad y la otra la ocupa la empresa.

Sobre el tiempo que ejerció en una pequeña firma de abogados, comentó riendo que "no hay nada malo en hacer dinero".

A preguntas de la audiencia, la jueza comentó que no se toman suficientes acciones para promover a mujeres al Tribunal Supremo estadounidense.

"El presidente Obama una vez le preguntó a la jueza Ruth Bader Ginsburg que cómo se sentía con sus dos hermanas nuevas (refiriéndose al nombramiento de Elena Kagan y al de ella), Ginsburg le contestó que le gustaría que fueran cinco", recordó.

La togada opinó que el Tribunal Supremo, más allá de requerir representación étnica, necesita mayor representación geográfica.

"Habemos cuatro jueces de Nueva York, y doy gracias que Obama ignoró esto cuando me nombró, pero hace falta más diversidad geográfica que represente al país...Tampoco contamos con un abogado defensor, y esto es grave...También hacen falta jueces que provengan de firmas pequeñas...", acotó.

Sotomayor destacó la importancia de dominar la redacción legal para aquellos que aspiran ser abogados y exhortó a los estudiantes a producir análisis legales en inglés, que puedan incluir con sus solicitudes de empleo. La jueza explicó que una de las razones por las que a los abogados del país se les hace difícil ejercer en los Estados Unidos es porque "como su primer idioma es el español, aunque sean ciudadanos americanos, los consideran extranjeros".

En respuesta a la pregunta de cuáles tres características considera que son necesarias para llegar a ser juez supremo, Sotomayor respondió que hay que desarrollar cuero duro para enfrentar la crítica y la oposición, es fundamental sentir pasión por la carrera, y tener humildad al pasar juicios sobre sí misma y sobre la naturaleza humana.

"En una corte siempre alguien pierde... El bebé no se puede dividir. Tienes que dárselo a una parte o a la otra... Es importante tener presente que tus actos hieren a alguien y no eres Dios, eres falible", apuntó.

Con el mismo tono humano y accesible con el que se dirigió en todo momento al estudiantado, la jueza Sotomayor dijo añorar los días en los que no era el centro de atención y podía sentarse en la parte de atrás de un salón de clases.

"Ya no dejo que la gente se tome fotos conmigo en las bodas porque terminan tomándose más fotos que con la novia. Ustedes se ríen pero eso para mí es muy triste", expresó Sotomayor algo melancólica.

Reaccionando a la interrogante de si se puede manejar la carrera y cumplir con las expectativas sociales del rol familiar femenino, Sotomayor dijo que "es imposible ser la mujer maravilla...Te sientes mal cuando tu esposo te pide que le cocines y tu respondes que él te cocine a ti, pero te cuando tu madre va a tu casa y te dice que no las has limpiado en días, te sientes peor".

Una decena de agentes escoltó a la magistrado fuera del anfiteatro, sin que antes ésta se dirigiera personalmente a los estudiantes que no pudieron entrar a la conferencia y vieron la trasmisión desde otra sala.

"Me conmueve mucho su asistencia. Amo esta universidad", concluyó.