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Estrecha relación entre pensiones injustas y niños enajenados

La experiencia de muchos padres que quedaron separados de sus hijos tras un divorcio apunta a que aquel custodio que permite que a su expareja se le imponga una pensión injusta tiende con mayor frecuencia a intoxicar al menor con información negativa sobre su progenitor no custodio.

La portavoz del grupo Padres Unidos Pensiones Justas, Ana Medina, confirmó que entre sus miembros se comenta muy de cerca lo que el psiquiatra estadounidense Richard Gardner llamó Síndrome de Enajenación Parental. El término, más jurídico que médico, describe el patrón de difamación, crítica negativa y degradación que establece un padre custodio de un menor contra el padre no custodio tras la separación de ambos progenitores.

'Tenemos con frecuencia las leyes 54 falsas, que mamá pone una ley 54 (orden de protección por violencia doméstica) por cualquier razón, como que me miró mal o le pregunta por mí la gente y, a veces, se interrumpen las relaciones paterno filiales por un tiempo, que mamá puede disfrutar recibiendo una pensión y teniendo la oportunidad de decirle todo lo que quiera de papá al niño', expuso Medina al recordar un caso en el que una madre consiguió una orden de protección y le decía a su niña que era porque él se pasaba mirando por la ventana cuando no era cierto.

La voz del grupo de padres que aboga porque las pensiones consideren de forma más justa sus situaciones de vida, también habló de casos en los que los padres pagan cantidades sumamente altas para mantener el estilo de vida de la madre o padre custodio más que las necesidades del niño.

'Estamos hablando de muchos casos en los que papá solamente puede estar con el niño dos fines de semana al mes, que se traduce en como cuatro días al mes. Entonces, luego de pagar la pensión le sobra muy poco dinero y en esos días no puede llevar al niño al cine, a comer o a otras actividades que requieren un gasto. Mamá se aprovecha y le pregunta 'a dónde te llevó papá?', 'verdad que soy yo la que te lleva a pasear?' y claro, lo lleva a pasear con el dinero que le pagó el papá, pero eso es algo que los niños no ven'.

Medina es una de las defensoras porque al progenitor no custodio se le escuche. Aunque la portavoz de Padres Unidos Pensiones Justas reconoce que hay muchos padres alimentantes irresponsables, que descuidan su deber de mantener a sus hijos, está clara de que el sistema desfavorece aún a los que se preocupan por cumplir.

En este sentido, dice, son muy pocas las garras legales que tiene un padre no custodio para contrarrestar cualquier campaña de degradación que esté llevando en su contra el custodio. Lo más que puede esperar es que cuando llegue a la adolescencia sea el propio menor quien dé la lucha para cambiar de custodio. Comoquiera en esta etapa, señala Medina, muchos hijos de padres separados ya viven en una fase de rebeldía, haciendo también difícil las relaciones.

El Síndrome de Enajenación Parental aún no ha sido reconocido como una condición médica, aunque sí se ha hecho constar en decisiones del Tribunal Supremo de Puerto Rico. Expertos en la salud mental abogan porque se incluya en el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-5) para que así se pueda atender con mayor certeza. Mientras tanto, en la Isla es un asunto del que se habla, pero oficialmente no se tienen estadísticas concretas ni protocolos definidos para manejarlo.