Si usted cree que la estampa de una Legislatura quitándose voluntariamente miles de dólares de su sueldo era muy buena para ser verdad, no se equivocó.

La derogación del aumento automático que sometió la mayoría legislativa novoprogresista no revocó totalmente dicho aumento, ya que dejó a todos los legisladores con la cantidad de dinero que cogieron cuando dicho aumento automático se activó por primera vez en 2005.

Mediante una redacción muy cuidadosa, la Asamblea Legislativa eliminó la controvertible fórmula de aumento automático basado en el aumento de la inflación, pero no devolvió las escalas salariales al punto donde estaban antes de la ley del aumento automático.

La diferencia no es poca, e implica que el salario básico de un legislador es casi tres veces el promedio de $27,190 anuales que, según el gobierno federal, se gana un trabajador en Puerto Rico, y más de los $69,790 anuales en promedio que se gana una persona en posición gerencial aquí.

Según una recopilación de datos que hizo la periodista Irene Garzón Fernández, quien primero destapó la controversia actual sobre la vigencia de la ley de aumento automático, cuando dicha ley entró en vigor en 1998, el salario básico de un legislador era de $40,000. La ley del aumento automático les trajo un aumento inmediato del 50%, por lo que el salario básico llegó a $60,000.

Luego, en 2005, cuando entró en vigor el primer aumento automático basado en inflación, el porciento de aumento fue de 22.9%. Esto llevó el salario básico a $73,765. En el 2009, la mayoría legislativa congeló la aplicación del aumento automático, por lo que el salario se quedó igual.

Ahora en la sesión extraordinaria, aprobaron la eliminación de la fórmula del aumento automático, pero no devolvieron la escala salarial a donde estaba antes de la ley ($40,000), ni siquiera a donde estaba con el aumento que trajo dicha ley ($60,000), sino que dejaron el salario básico en los $73,775 que cogieron con el primer aumento automático en 2005. Esto no incluye dietas, que en algunos casos representa $50,000 anuales libres de impuestos, ni estipendio de transportación.

Los $73,775 es sólo el básico. El esquema que se quedó intacto implica que los vicepresidentes, portavoces de mayoría y minoría y presidentes de las comisiones de Hacienda, Gobierno de Cámara y Senado, tienen básico $84,841 anuales. Los presidentes de ambos cuerpos tienen $110,663 anuales.

De acuerdo a los datos de Garzón, el primer salario anual básico de un legislador fueron $3,000 en 1949, $9,600 en 1969, $15,000 en 1977, y los $40,000 de 1989.