Crisis económica pone en riesgo a pacientes de hepatitis C
El proyecto piloto del Departamento de Salud (DS) que representa la curación para personas en inminente riesgo de morir de cáncer en el hígado como consecuencia de la hepatitis C, adolece de recursos económicos para poder salvar vidas.
En vista de la crisis económica que afecta no tan solo al presupuesto gubernamental sino que amaga con recortes masivos en servicios de salud, se ha agudizado el sentido de urgencia en todos los sectores que llevan años trabajando porque se le dé la importancia que merece la prevención y tratamiento de la hepatitis C.
Gladys Nieves Vázquez y Alexandra Rodríguez, coordinadoras de la organización sin fines de lucro Coalición Nacional de Hepatitis C, han levantado la voz de alerta sobre el desconocimiento que existe en Puerto Rico del peligro a la salud pública que representa la enfermedad. 'La Isla se encuentra entre los países con mayor incidencia del virus, con una prevalencia de 2.3 por ciento. Según el único estudio sobre hepatitis C que se haya hecho en Puerto Rico por la doctora Cynthia Pérez del Recinto de Ciencias Médicas, eso es al menos el equivalente a un promedio de 53 mil personas,'. De ese promedio de personas que tienen el virus, se estima que un 80% desconoce que tienen la condición. En el área metropolitana, el porciento de infectados debe rondar un 6% y en la población carcelaria llega hasta un 30 por ciento, según datos del Departamento de Salud.
'No vemos en los medios un proceso proactivo de prevención como se ve con el VIH. En Puerto Rico, la prevalencia de personas que usan drogas es alta y entendemos que deben estar integradas en cualquier servicio de salud. Son las personas con más probabilidad de contagio y con menos acceso a los servicios de salud. Otro grupo que está en la población de alto riesgo son los 'baby boomers' porque estuvieron expuestos a procedimientos de salud que incluyen transfusiones de sangre sin tomar las medidas de precaución para evitar el contagio y como el virus se puede tardar años en mostrar síntomas, pueden tener la enfermedad y no saberlo', dijo Nieves Vázquez.
La hepatitis C, que puede contagiarse mediante cualquier tipo de contacto con sangre infectada con el virus, no presenta un cuadro claro en la mayoría de los casos. Los síntomas pueden incluir cansancio, disminución de apetito, dolores musculares y pérdida de peso. El peligro más importante de la enfermedad en su fase crónica es el daño silencioso que hace al hígado, desencadenando en cirrosis y cáncer. 'Nos preocupa que estamos muy expuestos al mismo porque el virus se contagia a través de la sangre y puede vivir hasta 12 días en superficies como las navajas de afeitar, telas, agujas y debido a que es asintomático, desconozcamos que ya cargamos con el virus y pongamos en riesgo a nuestros seres queridos,' explicó.
'En Puerto Rico no se hace rutinariamente la prueba de cernimiento sobre hepatitis C, como se hace con el VIH.' Complica el panorama que la mayoría de las personas en riesgo de contraer la enfermedad son pacientes de la Reforma de Salud y no tienen un plan privado. 'Debido al alto costo del tratamiento, se brinda tratamiento a las personas que ya están en las fases finales de cicatrización del hígado. Nos estamos enfocando en la ley de Medicaid porque hemos encontrado que las aseguradoras de la Reforma son las que más restricciones tienen. En Puerto Rico, se puede hacer el panel inicial para saber si ha estado expuesta al virus pero en caso que la prueba salga positiva no se realiza la prueba confirmatoria porque es demasiado costosa.'
De las decenas de miles de personas que se sospecha tienen la condición crónica, el proyecto piloto para tratamiento de personas con hepatitis C en fase avanzada a cargo del Departamento de Salud tiene muy pocos recursos para poder ayudar a más de 50 personas por año. El coordinador de la Oficina Central para Asuntos del SIDA y Enfermedades Transmisibles (OCASET), doctor Gerónimo Torres, asumió la coordinación del proyecto hace unos dos años. En ese tiempo OCASET ha ayudado a unas 40 personas que han sido curadas totalmente con el tratamiento.
'Tenemos tres centros en la Isla donde se recibe el tratamiento para hepatitis C: Mayagüez, Ponce y en Centro Médico. Los criterios de inclusión incluyen que la persona esté en una fase de cicatrización avanzada. Un trasplante de hígado le cuesta al gobierno unos $380 mil, mientras que el tratamiento con una pastillita por seis meses puede salir en unos seis mil dólares con expectativas de 95 a 100 porciento de curación', comparó.
Sin embargo, aún resta el desarrollar un sistema de reporte de estadísticas en el que los proveedores de salud en un plazo no mayor de cinco días informen de cualquier positivo nuevo a la enfermedad. Otra iniciativa a la espera de ser incluida como parte de la política de salud pública del país es el adiestramiento de educadores en salud, manejadores de casos, campañas para hacer pruebas. 'Al no haber recursos disponibles, tenemos que enfocarnos en lo prioritario que es dar el tratamiento para salvar las vidas que están en mayor riesgo,' sostuvo el doctor Torres.