Necesitamos algo más que ‘sobrevivan como puedan'
El discurso recurrente de la Administración Rosselló Nevares ante la nueva temporada de huracanes se concentra desde hace semanas en que la ciudadanía se prepare para no depender de ninguna respuesta oficial ante una emergencia o desastre natural.
Esto no da la tranquilidad de que estamos ante un aparato gubernamental que ha aprendido y aplicado lecciones. Al contrario, augura que, otra vez, el impacto de un huracán nos puede devolver instantáneamente a un estado de desgobierno y de ausencia de información completa y precisa por parte de las autoridades.
'Mientras más preparados esten los ciudadanos, mejor estaremos nosotros. La preparación empieza por uno mismo, la familia, los vecinos, la calle, el bloque, el barrio, el municipio, la ciudad y el Estado. De abajo para arriba. No esperen que el Gobierno sea el primero en llegar el primer día y que provea todo. No. Estamos pidiendo diez días por ustedes mismos y que aseguren que puedan sustentar a su familia', declaró esta semana el secretario del Departamento de Seguridad Pública, Hector Pesquera.
Iniciada esta temporada ciclónica, los aparatos estatal y federal no han abordado con certeza cómo se atenderán estragos que todavía sufrimos de María como: familias que siguen a oscuras aguardando por una red electrica que, dicen ahora, tarda dos meses más en normalizarse; de igual modo, materiales e infraestructura de la AEE y el DTOP siguen a orillas de muchas carreteras, y miles de hogares inseguros guarecidos por un toldo azul en el techo.
María nos dejó falta de transparencia, procesos dilatados por burocracia excesiva en medio del colapso de las comunicaciones; falta de suministros suficientes y a tiempo para ayudar a quienes los necesitaban con urgencia; e improvisación por la falta de preparación de Pesquera al frente del aparato de respuesta, como lo subrayaron ocho exdirectores de Manejo de Emergencias y Administración de Desastres. ¿Usted ha escuchado algo que lo convenza de que esto no va a volver a suceder?
Según reseñó el informe 'Justicia Ambiental, Desigualdad y Pobreza en Puerto Rico' -presentado en diciembre pasado ante la Comisión Internacional de Derechos Humanos- la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA por sus siglas en ingles) solo contaba con 20 mil toldos, 500 mil libras de comida y 700 mil litros de agua almacenados para una población de 3.4 millones tras el paso de María. Para esta temporada, anticiparon que tendrían 10 millones de litros de agua; 3.6 millones de comida; 800 generadores; y un grupo de trabajo se albergará en Jacksonville, Florida, para acortar el tiempo de traslado a Puerto Rico a cuatro días. Antes del paso del huracán, FEMA destacó apenas 80 personas para laborar en la emergencia. Ahora, han dicho que serán 3,000.
En un reciente recorrido para la prensa, se constató que el Centro de Distribución de FEMA en Caguas tendrá comida para 600,000 personas y tres días. Sin embargo, parte de los suministros en este almacen mostraban fecha de expiración a cumplirse en el año en curso, toldos para apenas 8,000 viviendas, catres, sillas y pañales, entre otros. Aunque las autoridades confirmaron que abrirán otros centros en Ponce, Mayagüez y Ceiba, no indicaron direcciones específicas ni los materiales que allí se almacenarán o quien velará por estos. El plan de cómo se distribuirán estas ayudas se desconoce a esta fecha.
De otro lado, la sede del Negociado para el Manejo de Emergencias y Administración Desastre (NMEAD) continuará en la carretera 1 en Caguas, lugar que probó ser inseguro durante el paso de María cuando las puertas principales de estas facilidades amenazaron con abrirse, las intensas lluvias inundaron parte de la recepción y sala de prensa, y cuenta con una sola ducha para todo el personal del Negociado y del centro de llamadas del sistema de emergencias 9-1-1.
Como ha sido norma en la Administración Rosselló Nevares, por las últimas dos semanas las relaciones públicas del Gobierno han buscado llenar el ojo con una intensa gira mediática y de adiestramientos para los jefes de agencias en preparación a esta temporada con la ayuda de un contratista de FEMA que no fue divulgado. A este esfuerzo, se integró al sector privado por primera vez.
El viernes, justo cuando empezó la temporada de huracanes 2018, Pesquera y Byrne se reunieron con los 78 alcaldes de la Isla para cuadrar los planes de acuerdo a la necesidad particular de los municipios. Cuestionado sobre la fecha del encuentro, Pesquera lo minimizó observando que, en Puerto Rico, 'estadísticamente' la temporada comienza entre agosto y septiembre.
Por su parte, la Junta Reglamentadora de Telecomunicaciones informó que el Gobierno dará paso a un sistema satelital en los 78 centros de operaciones que utilicen los pueblos del país, sin detallar las zonas de prioridad para utilizar dicho equipo. Además, se han instalado 1,172 millas de fibra soterrada pero todavía el 15% de la infraestructura de telecomunicaciones depende de generadores electricos.
Entretanto, la vecina República Dominicana activó desde el pasado miercoles su Plan de Contingencia, antes que iniciara oficialmente la temporada ciclónica, con la firma de dos convenios de colaboración para fortalecer la capacidad de respuesta ante cualquier evento.
La Defensa Civil dominicana dispondrá de aeronaves no tripuladas (drones) para labores de búsqueda y rescate en zonas de difícil acceso, contará con 3,262 albergues distribuidos en todo el territorio, y bajo un acuerdo con Radio Club Dominicano tendrá equipo de radio VHF con 128 canales en frecuencia de radioaficionados y alcance en todo el país para restablecer las comunicaciones en los lugares que resulten afectados durante la temporada. Tambien suscribió un convenio con los clubes de vehículos todoterreno 'Rhino Aventura' y '4x4 Extremo Salvaje', quienes facilitarán más de 250 unidades a nivel nacional para desplazarse a zonas inaccesibles y transitar por terrenos difíciles.
Medidas que parten de los recursos que hay en la comunidad y que responden al sentido común, lo que todavía no se puede decir de la ristra de 'anuncios' sin sustancia que se han hecho en Puerto Rico.
Con suerte, quedarían unas cortas semanas para que la Administración Rosselló Nevares encamine un ejercicio verdadero de orientación ciudadana y de explicación de planes que sea algo más que 'búsquensela como puedan por 10 días'.