La temporada de huracanes finaliza hoy, despues de intensos meses y devastadores fenómenos atmosfericos. Con su partida, Puerto Rico tendría un espacio para pensar en su plan a largo plazo y debería comenzar a analizar cómo se va a adaptar a esta nueva manera de manifestarse de la naturaleza ante el cambio climático.

Así lo expuso la meteoróloga Ada Monzón, despues de un breve análisis y repaso de la temporada de huracanes de 2017 que, en Puerto Rico, fue particularmente marcada por el paso de los huracanes Irma y María.

'Creo que esta es una oportunidad de crecer, de caminar hacia un Puerto Rico más seguro. El futuro presenta cambios y es el momento de hacer un Puerto Rico mejor. Eso tal vez suene retórico, pero la realidad es que es así. ¿Que situación vivimos? Sufriste la falta de luz, agua, que se te fue una ventana, la puerta, el techo, o inundaciones… hay que bregar con todo eso. Pero no significa que tengas que pasar por todo eso de nuevo, tenemos que evolucionar', dijo. 'Tal vez tengamos huracanes más intensos. Puerto Rico será amenazado nuevamente porque estamos en la ruta de los huracanes, así que tenemos que adaptarnos y prepararnos para esta nueva norma de comportamiento de la atmósfera tropical y de la fuerza de la naturaleza. Este es el momento de tomar decisiones, y esas decisiones se toman en casa. No podemos perder la perspectiva, el gobierno no puede con esto solo y eso se demostró. Puerto Rico necesita pensar en su plan a largo plazo'.

La veterana meteoróloga describió la temporada de 2017 como extraordinariamente activa, en terminos generales, pero con los fenómenos más destructivos concentrados en el mes de septiembre: Harvey, Irma y María.

'Fue una temporada con 17 tormentas, 10 de ellas huracanes, lo que la coloca en la novena temporada más activa del record ciclónico. Una temporada normal presenta 12 tormentas, de seis a siete huracanes, tres de ellos intensos. Esta temporada tuvo 17 tormentas, 10 huracanes, y de esos 10, seis de categoría tres o más', expuso. 'Además es la segunda vez que se forma en el Atlántico una tormenta tropical fuera de temporada, que fue en el mes de abril, Arlene'.

Entre las particularidades de la temporada, Ada mencionó que el huracán Harvey rompió el record de lluvia producido por ciclón tropical al dejar 60 pulgadas de agua en Texas. El record lo tenía el huracán Hiki, que dejó 52 pulgadas de lluvia en Hawai en el año 1950.

En el caso de Irma, dijo que el fenómeno mantuvo su intensidad de 185 millas por hora durante 37 horas convirtiendose en el periodo más longevo, rompiendo el record del tifón Haiyan, en 2013, que mantuvo su fuerza por 24 horas. Además, Irma fue el primer huracán categoría cinco en entrar a Cuba desde 1925.

Y, hablando de María, que a dos meses de su paso por Puerto Rico aún queda evidente la devastación, dijo que la presión de 908 milibares es la más baja en record en el este del Caribe, incluso más baja que San Felipe.

'En este momento no es posible saber con exactitud lo que se pronostica para el año próximo, pero lo correcto es que nos preparemos para lo que sea. Debemos aprender de todas las debilidades que tuvimos y convertirlas en fortaleza. Estar preparados', concluyó.

A pesar de que hoy finalizó la temporada de huracanes, el Departamento de Seguridad Pública (DSP) a traves del Negociado de Manejo de Emergencias y Administración de

Desastres (NMEAD) hizo un llamado a la ciudadanía a mantenerse atentos a los boletines oficiales.

'Aunque ya la temporada de huracanes termina hoy, no debemos bajar la guardia ya que el paso del huracán María nos dejó en una posición más vulnerable y cualquier sistema atmosferico o variación en las condiciones del clima durante el año puede representar una amenaza de deslizamientos, derrumbes e inundaciones que pueden poner en riesgo a nuestras comunidades', explicó el subdirector del NMEAD, Carlos A. Acevedo Caballero, mediante declaraciones escritas.

El funcionario alertó que, según el Servicio Nacional de Meteorología, existe un riesgo moderado de corrientes marinas a traves de las playas orientadas hacia el norte de Puerto Rico que continuará prevaleciendo hasta el fin de semana. La humedad aumentará levemente la semana próxima, aumentando el potencial de inundaciones urbanas y de riachuelos localizadas en porciones de Puerto Rico, según se dijo.