El posible embargo que se realice contra la Iglesia Católica no llegaría tan lejos como apoderarse de los vasos de consagración ni ningún utensilio utilizado en las ceremonias religiosas de las parroquias.

Aunque los abogados de los demandantes en el caso de las pensiones eliminadas a empleados y exempleados de la Arquidiócesis de San Juan no quieren adelantar públicamente contra que ellos pedirán el embargo, sí dejaron claro que no lo harán con ningún utensilio utilizado en las ceremonias católicas.

'No vamos a embargar vasos de consagración ni nada por el estilo… eso no está ni ha estado en nuestra intención', dijo a NotiCel el licenciado Germán Brau, uno de los abogados de los demandantes.

'Estamos hablando de dinero, propiedades… Usualmente (el embargo) se diligencia contra activos líquidos, pero ahora no debemos contestar que es lo que perseguimos. La orden del tribunal es general, que se hace con terminos amplios y que puedas buscar activos muebles o inmuebles', manifestó Brau.

El Tribunal de Primera Instancia ordenó el lunes un embargo de bienes de la Iglesia, pero el Tribunal de Apelaciones detuvo la acción el martes, por lo que ahora los demandantes deberán presentar sus argumentos y convencer al Apelativo.

'Vamos a cumplir con la orden del tribunal y vamos a sentarnos y expresarles nuestra opinión. Prevalecimos en Primera Instancia y ellos fueron al Apelativo. Confiamos que el Apelativo vea los asuntos como los vio el Tribunal de Primera Instancia. Estamos ahora en compás de espera', agregó Brau.

¿Iglesia Católica o Aquidiócesis de San Juan?

Por otro lado, el abogado explicó que la Iglesia Católica en Puerto Rico fue demandada en su totalidad porque las diócesis no son entidades separadas dentro del derecho civil, aunque sí dentro del derecho canónico.

'Otra cosa es cómo ellos se manejan internamente. No hay tal cosa como una corporación que se llama Arquidiócesis de San Juan. Demandamos a la Iglesia Católica, que tiene bienes en Puerto Rico y a la Superintendencia de Escuelas Católicas, que opera bajo la Iglesia', indicó Brau.

Sin embargo, el Arzobispo de San Juan, Roberto González Nieves, insistió en que la Iglesia Católica en Puerto Rico subsiste en sus seis diócesis.

'San Juan es solo una de ellas, la más antigua, la primera, la más grande. Desde la Arquidiócesis de San Juan (ARQSJ) no se administra, ni dirige, ni se gobierna a la Iglesia Católica en Puerto Rico. Cada diócesis es autónoma con respecto a una de la otra. No es cierto que este servidor como Arzobispo de San Juan es el jefe de la Iglesia Católica en Puerto Rico', afirmó

'Cada diócesis, cada estructura o cada entidad con personalidad jurídica canónica es la responsable de administrar los respectivos bienes eclesiales a su cargo. Por lo anterior, ni este servidor es 'jefe de la Iglesia en Puerto Rico' -como se suele decir-, ni tampoco el único administrador de los bienes eclesiales. De la misma manera, tampoco es el supervisor o patrono de todas las estructuras católicas en Puerto Rico', agregó el Arzobispo en declaraciones escritas.

Basado en ese argumento es que González Nieves entiende que el Arzobispado no contrata maestros, ni los despide, ni les asigna sueldos, ni determina costos, ni mensualidades.

'Estas personas, a quienes agradecemos su cooperación con la fe, no son empleados de la ARQSJ, sino de entidades católicas con personalidad jurídica canónica aparte de la ARQSJ. Una realidad es que son católicas y están en la Arquidiócesis, otra realidad es que son entidades con administración separada de la arquidiocesana', sostuvo.

Lee aquí la decisión del Tribunal Apelativo:

Esta fue la orden de embargo del Tribunal de Primera Instancia:

Declaraciones escritas de Roberto González Nieves sobre el caso:

Y la reacción del Arzobispo el lunes a la orden de embargo: