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El COVID-19 transforma la dinámica de la oficina

Los CDC han establecido guías rigurosas, que eliminan los asientos en áreas comunes y requieren el uso de mascarillas todo momento.

El compartir entre colegas en un espacio cerrado es cosa del pasado.
Foto: Nahira Montcourt

La irrupción del COVID-19 en nuestras vidas cambió todo. De un día para otro, adoptamos reglas de higiene rígidas y distanciamiento social. La nueva cotidianidad incorpora videoconferencias, teletrabajo y mascarillas para evitar la propagación del virus.

No solo trastocó las actividades diarias, también transformó la dinámica del trabajo.

Desde principios de mayo, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) publicaron sus “estrategias y recomendaciones para empleadores”, con la finalidad de contener los contagios por coronavirus.

Como parte de la guía se sugiere que, al llegar al trabajo, los empleados deben hacerse una prueba de temperatura y síntomas. Dentro de la oficina, los escritorios deben estar a seis pies de distancia. Si eso no es posible, los patronos deberían considerar colocar protectores de plástico alrededor de los escritorios.

También se prohíben los asientos en las áreas comunes y la utilización de mascarillas o cubiertas faciales en todo momento.

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“Las empresas y los empleadores pueden prevenir y retrasar la propagación de COVID-19 dentro del lugar de trabajo. Los empleadores deben responder de una manera que tenga en cuenta el nivel de transmisión de enfermedades en sus comunidades y revisar sus planes de respuesta comercial según sea necesario”, leen las pautas.

En la propuesta de los CDC, se sugiere que los empleados lleguen al trabajo en sus propios vehículos, en lugar de tomar transporte público, para evitar una posible exposición al virus. También se establecen recomendaciones relacionadas al sistema de aires acondicionados, como “mejorar la filtración de aire central”, aunque se indica que lo más conveniente es tener las ventanas abiertas.

"Reemplace los artículos comunes de alto contacto, como cafeteras, refrigeradores de agua y máquinas de bocadillos, con alternativas como artículos preenvasados ​​y de una sola porción", sugieren las pautas.

Los CDC publicaron las pautas en su sitio web a medida que los estados comienzan a levantar sus órdenes de cierre, pero hay algunas compañías que aún planifican cómo realizar su reapertura.

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Pero hay desafíos distintos en muchas oficinas. Los ascensores atestados, el distanciamiento social en oficinas pequeñas y los espacios con poca ventilación, son solo algunos de ellos, y en otros países que ya han iniciado su reapertura hay muchos que han optado por mantener el trabajo remoto.

Y es que, muchas gestiones de oficina que antes solían hacerse de manera presencial, aún se siguen recomendando mantener de manera virtual. Por ejemplo, en el caso de las reuniones de oficina, el documento establece que se permanezca con la utilización de la videoconferencia o teleconferencia cuando sea posible y que se “cancele, ajuste o posponga grandes reuniones o reuniones relacionadas con el trabajo que solo pueden ocurrir en persona de acuerdo con las regulaciones y guías estatales y locales”.

“Implemente horarios de trabajo flexibles (por ejemplo, escalonar los turnos para limitar la cantidad de empleados en el lugar de trabajo al mismo tiempo); aumente el espacio físico entre los empleados en el lugar de trabajo modificando el espacio de trabajo; use letreros, marcas de cinta u otras señales visuales, como calcomanías o cintas de colores en el piso, colocadas a 6 pies de distancia, para indicar dónde pararse cuando las barreras físicas no son posibles; cierre o limite el acceso a áreas comunes donde es probable que los empleados se congreguen e interactúen’ prohíba el apretón de manos; y brinde servicios de forma remota”, son las reglas en las que más se enfatiza.

En la isla, arrancó a principios de mayo una reapertura paulatina de comercios. Como parte de ese proceso, el gobierno requirió a los comercios y empresas que abrieron durante esa primera fase elaborar guías que dictarán el nivel de cuidado que tomarían para asegurar el bienestar de sus empleados y clientes.

Luego esas guías, contenidas en una auto-certificación, debían enviarse a la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, por sus siglas en inglés) del Departamento del Trabajo, como requerimiento para retomar sus labores.

Periodista con más de 20 años de experiencia en temas de espectáculos, arte y cultura, tanto para el mundo de los impresos y como para el digital. Egresada de la Universidad de Puerto Rico, fanática de las novelas y de los cuentos de su hija.