Análisis: la lucha por ese tercer armador
Si alguna posición ha estado bien representada en las últimas décadas de nuestro seleccionado nacional, es la de armador. A continuación echamos un vistazo a la histórica importancia de esta posición en la selección nacional y pasamos revista sobre la lucha por el puesto de tercer armador que libran varios canasteros a un día del duelo entre escuadras que la preselección sostendrá este domingo en Gurabo.
Todavía están vivos en nuestra memoria las penetraciones en tierra de gigantes de Ángelo Cruz, el temple de Fico López en los momentos de la verdad, el celaje de James Carter cuando cogía vuelo en la cancha abierta o la cría de Toñito Colón cuando se enfrentaba a jugadores un pie más alto que él.
Aunque yo no había nacido, he crecido escuchando anécdotas del famoso tornillo de Neftalí Rivera y la armonía del juego de Pachín Vicens.
En menos de diez años, dos nuevos generales de la cancha han llevado el nombre de Puerto Rico a niveles nunca antes visto, en los dos escenarios más grandes que el baloncesto pueda ofrecer.
La odisea de José Juan Barea en los ‘playoff' de la NBA conmovió al país que no podía despegarse de los televisores para ver a nuestro atleta guerrero enfrentarse, junto a Dirk, Kidd y su ganga, y vencer noche tras noche a los protagonista de los anuncio de Nike, Adidas y Gatorate.
Frustrando la defensa de los ‘back to back champions', Lakers de Los Angeles y su legendario Kobe Bryant, deteniendo un ‘fast break' de Kevin Durant y sus Oklahoma City Thunders o metiendo flotadores por encima del mal llamado ‘King' James y su compañero en crimen Dwyane Wade, las casas, barras y plazas de Puerto Rico vibraban de orgullo y alegría cada vez que Barea tomaba el control del juego.
La gran parada de recibimiento que se le hizo a este joven astro del baloncesto y su nuevo ‘status' como celebridad en nuestra isla, son vivos ejemplos que el baloncesto ha suplantado a la pelota y el boxeo como el deporte de mas interés en nuestra patria.
Ahora bien, si de momentos emotivos se trata, es difícil superar la aventura del fajardeño que en el 2004 acaparó la atención mundial al dar uno de los más grandes ‘knock out' en la historia del deporte. La imagen de Carlos Arroyo levantando su camiseta luego de vencer al imperio del norte, la primera derrota olímpica de Estados Unidos desde que comenzaron a enviar jugadores de la NBA, recorrió el mundo.
Hasta el sol de hoy, cada vez que se habla de la selección de baloncesto boricua en cualquier torneo internacional, el vídeo del ‘fake' por detrás de la espalda de Arroyo o su tiro a distancia ‘fade away' en el último parcial son los primero que sacan de los archivos, seguidos claro está, por el icónico momento donde levanta el nombre de Puerto Rico de su camiseta.
Desde una perspectiva puramente atlética, lo que Arroyo y Barea han logrado en el tabloncillo debe estar cerca del pedestal del deporte puertorriqueño junto a las victorias en el cuadrilátero de Sixto Escobar o el dominio con el bate y el guante de Roberto Clemente.
A pocos días del nombramiento de los 12 que sudarán la camiseta nacional en Argentina en busca de uno de los dos espacios para las olimpiadas en Londres 2012, la batalla más fuerte que se está dando en el Quijote Morales se da en el perímetro, donde una gama de jóvenes traen sus diferentes virtudes a cancha para hacer cada vez más difícil la tarea de escoger quien debe poner su pasaporte al día.
Los dos sembrados son Arroyo y Barea que compartirán en un cuadro regular que se enfocará en la velocidad y ataques del perímetro. Pero es a la hora de darle un respiro a uno de estos que nace el gran debate.
'Yo creo que es una de las generaciones donde más talento tenemos en la posición de point guard. Es un problema agradable que tenemos y debemos que coger las cosas con calma y analizar todo' expresó Carlos Morales quien regresa al banquillo como asistente de Flor Meléndez luego de una sabática de una década trabajando para ESPN.
Andrés Rodríguez, Miguel Alí Berdiel, Filiberto Rivera y Dennis Clemente son los cuatro caballos luchando por ese puesto, todos muy diferentes, todos muy aptos para hacer el trabajo.
En Andrés Rodríguez se consigue un ganador en todos los sentidos de la palabra al igual que un entendimiento total del juego en equipo. Como un jugador de ajedrez, Rodríguez escoge su momento para un ataque rápido, un bombazo oportuno o su especialidad, una asistencia que trae recuerdos del gran Fico López.
'Jugando con Andrés en cancha es cuando más yo me he disfrutado el baloncesto en mi vida. El tipo siempre sabe lo que el equipo necesita, hace que todo el mundo se mantenga envuelto y de verdad nunca había jugado con un point guard así', dijo Guillermo Díaz, quien no ha podido participar en las prácticas de la selección debido a una lesión en la espalda y quien jugó con Andrés en esta pasada temporada en Arecibo.
Una lesión sufrida en la final de nuestro Baloncesto Superior Nacional, donde Andrés llevó a los Capitanes al campeonato, no ha permitido que esté en su condición óptima, pero aun así, ha sido mi jugador favorito de ver en las prácticas.
'Jugar con Andrés fue muy bueno, es un armador de gran talento y si está saludable es muy bueno para la selección' comentó el veterano centro de la selección Daniel Santiago.
Miguel Alí Berdiel tiene una ventaja la cual sus competidores, por más que practiquen, no van a poder igualar. Sus seis pies con seis pulgadas de estatura convierte a Berdiel en un jugador de versatilidad inigualable, capaz de tanto bajar el balón como jugar de ala anotador junto a Arroyo o Barea. Además de poder postear a los armadores pequeños, su capacidad de defender tanto bases como escoltas lo convierte en uno de los favoritos para caer en los 12.
La pasión de Filiberto Rivera lo ha convertido en uno de los favoritos del público boricua. Buen tiro a distancia, buenos pases, buen jugador defensivo, experiencia en la selección. Si lo que busca Flor es alguien que ya se haya probado y que sea estable en todas las facetas del juego entonces Filiberto es el camino correcto.
El ‘wild card' en esta batalla tiene nombre y apellido y es Dennis Clemente. El corre camino boricua. Ver a Dennis Clemente en persona es todo un espectáculo en sí mismo. A pesar de su pequeña estatura y delgado físico, Clemente vuela al recibir el balón, volviendo loco a los que tratan de detener un ‘fast break' que parece ser inevitable. Su falta de experiencia internacional, al igual que un golpe en el muslo en la práctica del jueves hace que Clemente esté mirando desde afuera en esta lucha por la camiseta boricua, pero sin duda será un placer ver como este joven talento se desarrolla en los próximos años.
Si me preguntan a mí, yo me voy con Andrés, a menos que la lesión lo detenga. Su control de juego es un buen contraste a lo que será el correteo del cuadro regular y su experiencia internacional, enfrentándose en la liga ABC en Europa a Pablo Prigioni y Marcelo Huertas, armadores estelares de Argentina y Brasil, respectivamente, le ha dado un temple que dudo que pierda cuando pise cancha en suelo Guacho.