Como si hubiese sido orquestado por el comisionado de la NBA, el testarudo David Stern, los Heat de Miami y los Thunder de Oklahoma City se enfrentarán en una final de ensueño para la liga donde un abarrote de talento y rostros reconocidos por el público general convierten esta serie en un buffet de mercadeo y producción.

Lebron James, Kevin Durant, Dwyane Wade, Russell Westbrook, Chris Bosh y James Harden encabezan la lista de jugadores que sudarán la camisa en el tabloncillo de las finales y que en algún momento u otro han dominado los titulares deportivos no solo en la postemporada sino a través de la serie regular.

Atrás quedaron los clásicos con equipos como los Pistons de Detroit, quienes llegaron a las finales en el 2004 y 2005 con un elenco de buenos jugadores y buena química pero poco reconocimiento público cuando se compara con la dinastía Bulls de Jordan o la tripleta de campeonatos de Kobe y Shaq. Luego del brinco a la cima por parte de la liga en la década de los 80' con Magic y Bird, los ratings tocaron fondo en el 2005 cuando un balanceado equipo de Detroit cayó ante el grandioso Tim Duncan y los Spurs, obteniendo un rating de 2.2, en unas finales que fueron lo equivalente a un fracaso taquillero.

En el 2012 no estamos escasos de 'starpower'. De los jugadores ya mencionados, el mas bajo en ser seleccionado en el sorteo de novatos los fue Wade quien encontró a un Heat bien contento con tener un talento como ese disponible con el quinto turno en el 2003. Entre los jugadores en la lista encontramos tres trofeos de jugador más valioso, cinco de mejor anotador, un sexto hombre del año y más de 20 juegos de estrellas combinados. Todos pertenecen a la preselección de Estados Unidos y tres de ellos, Lebron, Durant y Wade sembrados en este.

Los Thunder llegan a sus primeras finales desde su controversial mudanza a Oklahoma, luego de aplastar al que era considerado por muchos como el favorito a ganar el campeonato, los Spurs de San Antonio. Los Heat llegan tras una aguerrida batalla con los veteranos Celtics que se fue a siete juegos. Pero las diferencias entre ambas franquicias van mucho más a fondo. Las desemejanzas en estrategia que estos dos contendores han construido son del cielo a la tierra.

OKC lo hizo con mucha paciencia y sabiduría. Luego de obtener el segundo pick en el draft del 2007, los Thunder, que todavía eran los Sonics de Seattle en ese momento, tuvieron la dicha de seleccionar a un jugador que viene solo una vez por era. Las habilidades ofensivas de Kevin Durant son admirables cada vez que pisa la cancha.

Una combinación de agilidad, buen tiro a larga distancia y la ética de trabajo para pasar la mayor parte de su tiempo libre entrenando lo han llevado a tres títulos de mejor anotador y a adentrarse en la conversación de mejor jugador en la liga a pesar de tener solo 23 años de edad. Otro factor, tal vez más importante a la hora de hablar de Durant, es la humildad que presenta dentro y fuera de la cancha. A diferencia de jugadores como Lebron, que se tatuó 'El Elegido' en su espalda, Carmelo Anthony, que forzó su salida de Denver solo para después logar que despidieran a su dirigente en Nueva York o Dwight Howard, que podríamos escribir un libro de todas las burradas cometidas con relación a su equipo, compañeros y dirigente, Durant es querido y respetado por todos. Los medios resaltan su elocuencia, sus contrincantes lo alagan continuamente y su equipo sigue su ejemplo demostrando una y otra vez que darían su carrera por proteger a su líder. Luego de tener asegurado a su futuro jugador franquicia, excelentes selecciones en el draft,como su compañero y súper estrella Russell Westbrook, el subestimado James Harden, que tiene potencial de estrella a pesar de venir del banco y el ancla defensivo Serge Ibaka y astutos cambios por jugadores que son magníficos en su rol, Kendrick Perkins, Thabo Sefolosha y Daequan Cook entre otros, el gerente general, Sam Presti, solo necesitaba tiempo para dejar sazonar a una posible dinastía que dio su primer brinco a las finales en esta campaña.

Los Heat tomaron una ruta muy alterna, vaciando su nómina de sueldos lo más posible en el 2010 para ir detrás de los peces más grandes disponible. Su gerente general, el famoso Pat Riley, aprovechó la abundante lista de fracasos por parte de la gerencia de los Cavs de Cleveland para pescar a Lebron James y unirlo a Dwyane Wade y Chris Bosh en un momento que vivirá en infamia gracias a la horrible movida de anunciar su decisión de unirse a los Heat en una conferencia de prensa que destruyó el corazón de los fanáticos que abandonaba.

Lebron ha pasado a ser la figura mas controversial de esta era deportiva, lo cual parece interesante partiendo de la premisa que es un jugador que nunca ha sido arrestado, nunca tuvo problemas con compañeros de equipo o dirigentes y solo tomó la muy válida decisión de abandonar a un equipo de Cleveland luego de 7 años de metidas de patas a la hora de rodearlo con el talento necesario para competir por el campeonato. Errores como gastar 80 millones en un verano en jugadores como Larry Hughes y Damos Jones, que no hicieron mella en su carrera o draftear jugadores como Dajuan Wagner o Luke Jackson, ambos fuera de la liga antes que terminara su contrato de novatos, por encima de futuras estrellas como Amare Stoudemire, Al Jefferson, Josh Smith y Caron Butler o muy buenos jugadores como Nene, Tayshaun Prince y Jameer Nelson entre otros, hicieron que Lebron tuviese que cargar con todo el peso de la franquicia noche tras noche. Claro está que no se puede cantar de inocente por el odio masivo que ha crecido en los últimos años a un jugador alrededor del quien se ha desarrollado una campaña sobre su grandeza en la cancha a pesar de tener la misma cantidad de campeonatos que usted y yo.

Sea como sea, estas finales ofrecen algo que no se ve hace décadas. No solo los mejores dos jugadores en la liga se encuentran en las finales, algo que no pasaba desde que Magic y Jordan se encontraron en el 91 si no que ambos juegan la misma posición de alero o small foward lo cual no ocurre desde que Bill Russell barría el piso con Wilt Chamberlain.

Veremos un interesante giro en la trama. Por primera vez en mucho tiempo, el equipo de Lebron no es el favorito para ganar la serie. La grandeza del juego de Durant, la buena química y el claro dominio en talento del banco, combinado con el exceso en minutos que han tenido que sudar las estrellas de los Heat para llegar a este momento le dan gran ventaja a los Thunder.

Durant tiene mejor equipo y llevan días descansando en espera de su contrincante, pero como demostró Lebron en el sexto juego contra los Celtics, cuando una explosión de 45 puntos y 15 rebotes mientras cambiaba de jugador en la defensa entre Garnett debajo de las tablas, Pierce en el ala y Rondo corriendo por el perímetro los salvó de una anunciada eliminación, la capacidad de levantar su juego lo convierte en prácticamente indefendible. No creo que esté preparado para otro año de escusas. Es ahora o nunca. Lebron vs Durant, Heat vs Thunder. Let's get ready to rumble.