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El orgullo de una madre... La campeona no llegó sola

Nadie se enfrenta al mundo completamente solo. Para lograr metas hace falta la ayuda y el apoyo de otro, en especial la familia. Eso es algo que Mónica Puig tiene bien claro; todo empieza por la casa.

'Desde que era muy chiquita mi familia siempre me ha apoyado en esto de jugar tenis. Me siento muy bendecida de tener una familia tan fuerte, que me apoyan tanto en los momentos buenos como en los difíciles. Ellos han sido un ejemplo de cómo hacer las cosas bien en la vida. Cómo manejar ciertos momentos de presión y cómo siempre poner una buena cara en malos momentos', expresó a NotiCel la tenista de 22 años de edad el pasado mes de marzo durante su participación en el Miami Open.

Estas expresiones, en retrospectiva, revelaron los elementos más básicos que la llevaron al triunfo en las Olimpiadas de Río de Janeiro, Brasil.

Los valores familiares son tan importantes para Puig como sus triunfos dentro de la cancha. Esos valores familiares son parte de su idiosincracia y los exhibe con gran naturalidad tanto en los momentos buenos, como en los malos. Tanto es así, que su mamá, Astrid Marchán, se siente orgullosa al observa el desempeño de su hija que reza autonomía.

'Han sido años de inculcarle los valores que han visto en ella en estos momentos. Ella sabe sus responsabilidades y lo que ha hecho. Estoy muy orgullosa de cómo Mónica está volando en este momento. Ver cómo ella se está dirigiendo ante todas estas responsabilidades sin yo tener que decirle nada', aseguró Marchán.

Una de las cosas que ha aprendido Puig de su familia es el valor del trabajo. 'Mónica ha aprendido que uno tiene que trabajar duro en la vida, que las cosas no llegan fácil, que si uno quiere algo tiene que luchar al máximo aunque las cosas no vengan rápido', indicó Marchán.

Ahora, con la primera medalla olímpica de oro para Puerto Rico en las manos, todo el trabajo duro y los sacrificios hechos como familia para llegar a este momento significó para ellos la confirmación de que cuando uno se propone algo y trabaja duro para conseguirlo, los sueños se pueden cumplir.

El agradecimiento y la humildad son también valores familiares importantes. 'Darle gracias a Dios por el talento que le dio y las oportunidades que se le han brindado. Darle gracias a Dios por su familia, que la quiere tanto, y que sepa lo bendecida y querida que es', expresó Marchán.

'Ella sabe que tiene que ser humilde y ser una buena persona. Que hoy las cosas las puedes tener, pero muy rápido las puedes perder sino haces las cosas bien', continuó.

Además de su familia, otra pieza importante en su carrera ha sido su entrenador Juan 'Nacho' Todero, con quien comenzó a trabajar después de los Panamericanos. 'Definitivamente he visto una mejoría en mi juego desde que empecé con él. Él ha traído cambios en cada aspecto de mi juego; tanto técnico como táctico y mental. Tengo que seguir formando mi juego, para que cuando de repente haga 'click', pueda estar preparada para ese momento', presagió Puig, cuyo juego hizo un estruendoso 'click' que se oyó en el mundo entero cuando se convirtió en campeona olímpica en Río.

Una atleta del calibre mundial y de la popularidad de Puig necesita también una agencia de calibre mundial que le maneje su carrera especialmente en un momento como este en el que ganó la primera medalla de oro para Puerto Rico en unas Olimpiadas.

'Mi relación con IMG ha sido muy buena. Mi agente es increíble; es jóven, muy vivo con sus cosas y siempre está buscando cosas nuevas para tratar de promocionarme. Es como uno de mis mejores amigos, porque siempre está ahí para mí. Siempre me apoya y podemos hablar de todo', aseguró Puig sobre su agente Marijn Bal de la agencia IMG, quien también maneja otras tenistas de alto relieve como Victoria Azarenka.

El amor por su isla es otro de los elementos que son parte de Mónica y están contentos de poder compartir este triunfo con todo el pueblo de Puerto Rico. 'Esta medalla significa lo mucho que ella quiere a Puerto Rico. Nos sentimos muy orgullosos de ella. Lo que ha logrado ha sido increíble. Ha hecho historia, además ha unido una Isla que necesitaba tanto amor y cariño en estos momentos. De veras no hay palabras para expresar la alegría que sentimos', expresó Marchán.

Una victoria de esta magnitud, además de toda la alegría que provoca, también trae una serie de responsabilidades. 'La victoria le ha cambiado la vida a Mónica. Entiende la responsabilidad que tiene hacia Puerto Rico y hacia la juventud. Pero está feliz y no cambiaría este momento por nada. Nosotros como familia estamos felices. Aceptamos las responsabilidades que vienen con este triunfo y seguiremos ayudándola en lo que ella necesite', aseguró Marchán.

Finalmente, aunque ella no lo diga, es la propia Mónicala pieza más importante en este rompecabezas del éxito; una muchacha muy madura para su corta edad, humilde, carismática, apasionada por lo que hace, con un profundo amor por Puerto Rico y sobre todo, agradecida.

'Yo creo que mi familia es mi fuerza y quiero darles las gracias por todo lo que han hecho por mí. Siempre trato de que se sientan orgullosos de mí cuando entro en cancha, para que digan esa es mi hija', expresó Puig.

Mónica Puig junto a sus padres Rafael Puig y Astrid Marchán. (Juan R. Costa / NotiCel)
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