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Economía

Investigan a New Fortress por alegado fraude

Intentan identificar fraude contra sus propios accionistas

La firma Bronstein, Gewirtz & Grossman, LLC está investigando varias reclamaciones a nombre de accionistas de New Fortress Energy, Inc. ("New Fortress") que alegan que fueron engañados para motivarlos a invertir en la empresa, al mismo tiempo que identifican a otros inversionistas que compraron valores de la empresa, para solicitarles que proporcionen información y asistan en la investigación. Así lo informó Bronstein, Gewirtz & Grossman, una firma reconocida a nivel nacional que representa a personas víctimas de fraude en demandas de clase cuando hay evidencia que durante la adquisición de valores se ha violado alguna ley. “Nuestra firma ha recuperado cientos de millones de dólares para inversionistas a nivel nacional”, expresó la firma mediante comunicado de prensa.

New Fortress tiene intereses significativos en Puerto Rico al ser la empresa matriz de Genera, además de controlar la operación de un terminal de gas en San Juan y el suplido de ese combustible fósil al gobierno y a clientes privados. La empresa ha enfrentado sus retos en la isla, ya que el Negociado de Energía ha planteado la preocupación sobre el potencial monopolio que tiene New Fortress, al tener por un lado el control del suplido de gas, y por otro la generación de energía en las plantas de la Autoridad de Energía Eléctrica a través de su subsidiaria

Uno de los aspectos de la investigación parece estar relacionado con el hecho de que el 14 de mayo de 2025, New Fortress publicó sus resultados financieros del primer trimestre de 2025, reportando ingresos que no alcanzaron los estimados proyectados. Mediante comunicado de prensa, New Fortress reveló que había tenido un desempeño significativamente débil en varios de sus segmentos de negocio. Entre otros aspectos, New Fortress reportó ingresos totales de $470.5 millones, en comparación con $690.3 millones para el mismo período en 2024, así como una pérdida neta de $197.4 millones, o $0.73 por acción, en comparación con un ingreso neto de $56.7 millones, o $0.26 por acción para el mismo período en 2024. Al publicarse estos datos, el precio de las acciones de New Fortress cayó $4.27 por acción, lo que significa un 62.98% de su valor al día siguiente del anuncio.

Ese mismo día, el medio de prensa internacional Reuters publicó un artículo afirmando que los "problemas financieros de New Fortress se deben a su incapacidad para asegurar [gas natural licuado] para sus activos de generación de energía en América Latina mediante acuerdos a largo plazo, porque su crédito no tenía calificación de grado de inversión y tuvo que adquirir el gas a precios más altos". Tras estas noticias, la caída del valor de sus acciones, el pobre desempeño de la empresa y las acciones de New Fortress cayeron en valor, causando pérdidas significativas a los inversionistas.

Por estos mismos eventos, el Bufete Legal de Howard G. Smith, otra empresa experta en demandas de clase, anunció hace dos semanas que han iniciando otra investigación en representación de algunos de los inversionistas de New Fortress en relación con posibles violaciones de las leyes federales de valores por parte de la empresa.

New Fortress Enfrenta Demanda de Clase

La empresa enfrenta actualmente una demanda de clase que busca recuperar las pérdidas de los accionistas que se vieron afectados negativamente por el supuesto fraude de valores entre el periodo del 29 de febrero de 2024 y el 8 de agosto de 2024. New Fortress ha solicitado que se desestime la demanda, solicitud que no ha sido resuelta por el juez John George Koeltl del Tribunal federal del distrito sur de Nueva York.

La demanda presentada alega que New Fortress creó la falsa impresión de que poseía información confiable sobre las proyecciones de ingresos proyectadas por la propia empresa y el crecimiento anticipado, al mismo tiempo que minimizaba el riesgo involucrado en el plan de la empresa para tener en operaciones sus proyectos de Gas Natural Licuado ("GNL") y así aumentar el crecimiento comercial a nivel mundial. En realidad, los proyectos de GNL de New Fortress no cumplieron con las declaraciones públicas de la empresa y la promesa de que sus proyectos estarían en servicio para marzo de 2024. Incluso después del anuncio de que estos retrasos le estaban costando a la compañía pérdidas de más de $150 millones por trimestre, New Fortress continuó elogiando la rapidez con la que estaban construyendo sus instalaciones de gas. Según el archivo del tribunal, New Fortress engañó intencionalmente a los inversores al proporcionar al público “declaraciones de confianza y proyecciones de crecimiento materialmente defectuosas que no tenían en cuenta estas variables”.

Según los alegatos descritos en la demanda, los ejecutivos de New Fortress hicieron declaraciones falsas y engañosas al mercado en violación de la Sección 10(b) y 20(a) de la Ley de Intercambio de Valores de 1934 y la Regla 10b-5 promulgada por la Comisión de Valores y Bolsa de EE.UU.

La demanda describe como ejecutivos de New Fortress realizaron declaraciones falsas e irreales al mercado para fingir que contaba con una condición financiera favorable que invitaba a personas a invertir en la empresa. Se alega que, New Fortress y sus ejecutivos convencieron al mercado que tenían unas perspectivas de ingresos confiables y un plan para hacer crecer su negocio. Basado en estos hechos, los demandantes intentan probar que las declaraciones públicas de New Fortress fueron engañosas.

Tom Sanzillo, exdirector del Instituto de Análisis Financiero y Económico de Energía, publicó un artículo el pasado mes de diciembre donde describe una lista de instancias en las que New Fortress ha publicado información engañosa. Según Sanzillo, New Fortress mantiene un "patrón de exageración y afirmaciones infladas que están motivando las demandas de clase radicadas por sus accionistas". Específicamente, en el caso de Puerto Rico, Sanzillo describió que New Fortress exageró tanto las ventas en la isla que, "para cumplir con las proyecciones que New Fortress presentó a sus inversionistas, Puerto Rico tendría que importar suficiente gas natural para generar más del 30% de electricidad de la demanda eléctrica total en la isla”.