El gobierno, inoperante, se opuso al control militar tras María
En condición inoperante por falta de fondos, de comunicaciones y por la mala preparación, el Gobierno de Puerto Rico afectó la respuesta tras el paso del huracán María al oponerse a un control militar de la operación de respuesta, según un informe congresional.
El documento de la mayoría republicana del Comite de Investigaciones y Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes publicado la semana pasada señala que el diseño de respuesta de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA), que es el de 'asistir' al gobierno local, no funcionó en Puerto Rico e Islas Vírgenes tras el huracán María porque no había estructura gerencial gubernamental local.
'Falta de preparación adecuada, dificultades financieras preexistentes, factores geográficos y los efectos sin precedentes de dos huracanes mayores hicieron imposible que los territorios lideraran la respuesta y recuperación en sus propias jurisdicciones', enmarca el informe.
'Tras los huracanes Irma y María, el Gobierno de Puerto Rico perdió la capacidad para mantener el comando y control de sus primeros respondedores, gerentes de emergencia y personal de ley y orden', dice específicamente sobre Puerto Rico.
Para empezar, el informe cita el estudio de la Universidad de George Washington sobre las muertes como resultado del huracán María en el que se recalcó que no había escritos unos planes de comunicaciones durante la crisis y que los planes de preparación de las agencias públicas eran para huracanes no más fuertes que categoría 1, mientras que María fue un categoría 4 oficial y categoría 5 extraoficialmente.
Luego, la sede de la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencia (AEMEAD), ahora Negociado de Manejo Emergencias y Administración de Desastres, sufrió una 'falla severa de comando y control' al tener que abandonar su sede por inundación en medio de la emergencia. El informe no lo dice pero, además, el director de Seguridad Pública, Hector Pesquera, decidió enviar de vacaciones al exjefe de la AEMEAD, Abner Gómez, pocas semanas despues del paso del huracán.
La AEMEAD 'es un esqueleto... eso explica la falta de coordinación entre agencias federales y estatales' dice el informe citando a un oficial del Negociado de la Guardia Nacional que describe cómo quedó la agencia.
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En la semana siguiente al huracán, FEMA no sabía la condición de la mitad de las plantas de tratamiento de aguas ni de más de la mitad de los hospitales. Cuando la falta de comunicaciones se intentó remediar con telefonos satelitales, el escenario no mejoró mucho. 'Imagínate', dijo un oficial a los investigadores congresionales, 'que te regresen a los 1800's. Así fue'.
Entonces, el gobierno tampoco estaba listo para convertir a la Guardia Nacional en una herramienta para enfrentar la emergencia y la recuperación.
'Simplemente no tienen la capacidad para tomar control de la situación. Y su sistema de Logística completo está agotado... además la capacidad del gobierno estatal para hacer contratos, etc... es no responsiva. Así que ni siquiera pueden apoyar a sus propias tropas', añade.
El informe critica que. aún con este cuadro, hubo resistencia al nombramiento de un general de tres estrellas para que tomara control, lo cual eventualmente ocurrió en la figura de Jeffrey Buchanan.
'A pesar de estos fallos, los oficiales puertorriqueños se opusieron a la idea de que un general de tres estrellas tomara control de la situación', apunta el documento.
Despues de hablar con el ayudante general de la Guardia Nacional de Puerto Rico, Isabelo Rivera, el jefe del Negociado de la Guardia Nacional, Joseph L. Lengyel dijo que Rivera 'estaba bien angustiado y dijo [que] el gobierno resistiría [los intentos federales de instalar a un general de tres estrellas]'.
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