Pese a que la Administración de Ricardo Rosselló Nevares anunció que acatará la ley que prohíbe las peleas de gallos en Puerto Rico, hoy, jueves, informó que se sumará, como amigo de la corte, a la demanda que presentó el Club Gallístico para intentar frenar el estatuto federal.

En declaraciones escritas, el secretario de la Gobernación, Ricardo Llerandi, apuntó a que 'no favorecemos que esta prohibición afecte a las familias que viven de la economía alrededor de este sector en Puerto Rico. Hemos estado y estaremos junto a los galleros en apoyo a este deporte'.

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Su argumento surge luego de que en la demanda se argumentara que entre otras cosas, la prohibición afectará las familias boricuas cuyos salarios están totalmente relacionados a esta industria. La demanda pesenta el caso de la familia Rosario, cuyos ingresos totales los obtienen del llamado deporte de caballeros y señala que en diciembre, quedarán sin posibilidades de pagar sus deudas y de mantener su vida diaria. La petición en ese sentido va dirigida a que como los Rosario hay muchas familias boricuas que se afectarán por la ley.

De implementarse la ley, las peleas de gallos quedarían prohibidas en Puerto Rico así como otros terriotorios estadounidenses a partir de diciembre de 2019.

Catalogado como el deporte más antiguo practicado en Puerto Rico, para el 2003 las galleras contaron con una participación de más de 1,200,000 personas, con apuestas que superaron los $43 millones. En total de ingresos que pueden producir estos negocios puede ascender a $100 millones entre apuestas, boletos de admisión, consumo de comida y bebida, y otros gastos.